Perros y Gatos

5 claves del lenguaje de los gatos domésticos

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Son animales muy sensibles, pero también demostrativos, por lo que sus humanos pueden reconocer si tienen un gato saludable y feliz, o si algo está afectando su bienestar.

Los gatos pueden expresar ansiedad o estrés ambiental, cambiando las conductas que normalmente tienen. Lina Sanz, médico veterinario y directora del Centro Médico Opción Felina, revela cinco aspectos a los que debemos estar atentos  si queremos que nuestros gatos vivan más y mejor.

1. Estrés: Los gatos que tienen un mal manejo del estrés pueden presentar periuria; es decir, comienzan a orinar en distintas partes, fuera de su bandeja sanitaria. "Lo hacen a cada rato, con sangre, les duele y lo pasan pésimo. Hay otros gatos que, por estrés, empiezan a acicalarse en forma alterada y al hacerlo de manera desmedida, se generan patologías en la piel, se sacan el pelo, se lo cortan, se hieren y se infectan. El estrés también les puede originar hipertensión, que es muy común en los felinos y les daña cuatro órganos: el sistema visual, el sistema nervioso central, afecta al corazón y genera enfermedad renal, que es la principal causa de muerte de todos los gatos a nivel mundial", explica Lina Sanz.

2. Gestos faciales y corporales: Un gato sano y feliz "marca el territorio con su cuerpo, su cara, se frotan; interactúan con otras especies, ya sea con el humano, otros gatos o los perros de la casa. Lo hacen con ruidos simpáticos, como es el ronroneo, se dan besitos, duermen juntos, se acarician, se lavan, a veces el gato lava al dueño. Es un animal que duerme bien, juega, ronronea, si llegan visitas sale a saludar, no se estresa en el auto, ni en la consulta veterinaria. Si le gusta conversar o maullar, lo hace de una manera entretenida y simpática con el dueño; uno puede ver que es un gato feliz, se nota cuando están contentos. Tienen una cara distinta, el movimiento de la cola es suave y ondulante; cuando caminan suelen andar con su colita bien paradita, así como buscando atención, y son gatos que no reaccionan mal, con fiereza. No te quieren rasguñar, soplar, mofar o morder, no están estresados. Se notan los gatos contentos. Obviamente, como en medicina humana, hay personalidades distintas, y el dueño también va evaluando cómo es la personalidad de su gatito".

3. No toma agua: Si tu felino no toma agua puede ser porque tienes los platos de agua y comida muy cerca; deben estar lo más separados posible. "Es importante destacar que la enfermedad renal crónica es una de las que más afecta la calidad y esperanza de vida de los gatos. Una de las cosas que nos ayuda a su manejo, es que los gatos tomen una cantidad adecuada de agua y de buena calidad. Además, debe estar separada de la comida al menos un metro o un metro y treinta centímetros. El gato, como especie, busca el agua lo más pura posible, y en su instinto esa es un agua que viene en movimiento desde el deshielo de una montaña y cae por un riachuelo o algo parecido a una cascada. No le gusta el agua estancada, sino siempre muy fresca y ojalá en movimiento. Por esto hay gatos que sólo toman agua desde una llave abierta. En este caso, las fuentes de agua son estupendas, porque son una forma de enriquecimiento ambiental y ayudan a estimular la ingesta de agua, lo que va a traer grandes beneficios para la esperanza de vida", explica.

4. Alimentación: Si un gato empieza a dejar de comer, hay que preocuparse, porque es un indicador de que algo está pasando. La médico veterinaria menciona que puede ser un daño orgánico definido, quizás iniciado por estrés, "pero ya tienes instalada una enfermedad hepática, una enfermedad renal, pulmonar. Los gatos que dejan de comer generan una distribución de la grasa subcutánea, de su gordurita, hacia el hígado, en forma brusca y masiva. Eso le puede causar una enfermedad mortal que se llama lipidosis hepática.

5. El ronroneo: El gato no manifiesta signos de enfermedad a menos que se encuentre en estado terminal. Ante cualquier cambio de comportamiento es recomendable llevarlo a un médico veterinario, con el fin de que pueda realizar un diagnóstico precoz. "Los gatos presentan neotenia y eso significa que de adultos mantienen actitudes infantiles y por eso les gustan tanto a la gente. Un gato saludable, que tiene buen control de peso y no presenta artrosis importante, puede llegar a los 18 años jugando como loco con una pelota. No es como la persona o el perro senil, que somos más pasivos. El gato es siempre muy activo y ronronea. En general, los felinos ronronean en el período de amamantamiento, con su madre, y luego lo dejan de hacer. Pero muchos lo hacen hasta la etapa adulta, cuando se sienten gratos, cuando uno les hace cariño. El ronroneo libera endorfinas, les hace sentir muy bien. Por eso hay algunos que cuando están en la etapa terminal de alguna enfermeda y lo están pasando muy mal, ronronean, porque es un ‘autorelajante’, ellos se alivian con eso. El ronroneo en el gato que está contento es un signo absoluto de paz, tranquilidad, felicidad, y que está grato", finaliza.

Dra. Lina Sanz, Directora Centro Médico Opción Felina

Instagram: @opcionfelina

Dirección: Tomás Moro 1756, Las Condes.

Teléfono: 225027020

Lina Sanz, gatos

Foto de Dominika Roseclay en Pexels.

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