Tráfico de animales: El 90% muere en el camino
En Chile se trafica animales, principalmente, para venderlos como mascotas. El año 2018, la PDI incautó 597 especies exóticas, en un comercio que mueve altas cifras de dinero a costa del sufrimiento de seres vivos que son transportados en pésimas condiciones. Lo más terrible es que de cada 10 individuos traficados, sólo uno sobrevive.
Por Isabel Pinto G. Ilustración: Faunánimo
Llegan en pésimas condiciones. Una vez recibimos a un monito que después de haber estado calentito y protegido en la espalda de su madre, fue testigo de cómo la mataron, mientras a él lo pescaron, lo metieron en una bolsa y lo tiraron con un montón de otros animales. Los traficantes no andan con leche maternizada, así que les dan cualquier cosa para comer, les tiran pan. Aquí han aparecido mutilados, sin ojos, sin dedos, con problemas óseos, sin patas, con las extremidades paralizadas. Los que sobreviven han recorrido miles de kilómetros y llegan en un estado lamentable”, describe Elba Muñoz, directora del Centro de Rehabilitación y Rescate de Primates de Peñaflor, que alberga a los que han sido decomisados. En nuestro país, todos los monos vienen del tráfico.
Antonio es el primer mono araña que llegó a este recinto. Lo recibieron junto a otros 16, tras un decomiso, en 1997. La veterinaria que lo atendió en ese tiempo, dijo que lo más probable era que no sobreviviera, porque venía muy mal. Pero Elba, matrona de profesión, se propuso sacarlo adelante: ‘’Lo tomé y lo tuve en mis brazos un mes y medio, pegado a mi cuerpo. Hasta me bañaba con él. Estuvo ocho meses viviendo con mi familia y de a poco lo fuimos insertando en un grupo con otros monitos. Era como llevarlo al jardín infantil, fue igual a como lo hice con mis hijos. Me sentaba con él en la jaula y lo dejaba jugar. Cuando me paraba para salir, inmediatamente se subía arriba mío, hasta que fui viendo que se podía quedar tranquilito si me levantaba. Así lo fui dejando más rato, aunque a veces lloraba y tenía que ir a buscarlo. Fue un proceso largo hasta que logró quedarse con otros monos. Su rehabilitación ha sido tan exitosa, que después llegaron más monos araña y ahora él es el líder del grupo. Incluso, ha tenido hijos. Todavía me reconoce, tenemos una relación muy linda. Antonio me enseñó a ser mamá de monos”, dice Elba.
El tráfico de animales afecta a nivel internacional y Chile no es una excepción. Se trata del tercer tipo de contrabando más lucrativo del mundo, antecedido sólo por los de drogas y armas. Lamentablemente, las especies que forman parte de este comercio también son víctimas del maltrato animal, ya que “del total de traficados, casi un 90% fallece en el traslado. La tasa de mortalidad es altísima’’, menciona Gonzalo Aljaro, médico veterinario y comisario PDI Bidema Metropolitana.
Así es el ingreso ilegal
El flujo del tráfico de especies, sobre todo de las exóticas, es muy alto entre noviembre y marzo, época en que los ejemplares están anidando en sus países de origen. En el caso de las aves, se sacan los pichones de los nidos y se trasladan. ‘’Los animales ingresan por pasos no habilitados, escondidos en vehículos, dentro de carrocerías, en cajas bananeras, al interior de bolsos, en buses, camiones... se ha visto incluso vehículos que han sido desarmados para esconder a los animales en la parte del tapabarro o dentro de los neumáticos de repuesto. También los pueden ingresar personas dentro de su vestimenta, en tubitos de PVC, en pantys, en cualquier lugar donde los puedan ocultar”, revela Aljaro.
Actualmente, las aves constituyen una de las especies más traficadas, ya que son más fáciles de esconder e ingresar, debido a su tamaño. Además, son lo que más compra la gente. “Entran loros amazónicos, guacamayos y tucanes, principalmente. También otras aves más pequeñas, como los inseparables, pero generan menos ingresos”, acota el comisario de Bidema.
El tráfico de primates ha disminuido. ‘’No se descarta que exista, pero sería mínimo –señala–. Por lo general, afecta a monos capuchinos, que son de tamaño pequeño y, por lo tanto, más fáciles de esconder entre la ropa. Asimismo, ingresan serpientes y otros anfibios. Dos o tres años atrás, la Bidema tuvo una diligencia, en la que se incautó un yacaré en una feria de San Bernardo. Había llegado de manera ilegal también. Las opciones son amplísimas, pero lo que más ingresa son aves’’.
Sebastián Soto, médico veterinario de aves, explica que ‘’por lo general, se quedan muy quietas en compartimientos pequeños. Me ha tocado ver animales anestesiados, que vienen con apenas signos vitales y se mueven muy poco. Como las aves son más flexibles y pequeñas, las meten en botellas, cajas, calcetines, en cualquier parte donde puedan disfrazar su forma original y pasarlas de diversas maneras. Es súper cruel y lamentablemente muchas mueren en ese transporte’’.
Animales decomisados
El comisario Aljaro explica que cuando la incautación de animales se realiza en la frontera, por lo general, la unidad correspondiente, que es el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, hace la devolución al país de origen. Eso se llama zona primaria. Cuando el tema es pesquisado en zona secundaria, vale decir, en criaderos o puntos de venta, ya pasado el control aduanero, ahí lo que corresponde es la incautación. Conforme a lo que dice CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), el animal debe ser entregado a la autoridad administrativa, que es el SAG. Ellos determinan si lo transfieren a centros que estén inscritos o autorizados para recibirlos mientras dure el proceso judicial.
“Generalmente, estas aves no tienen muchas posibilidades de rehabilitarse, por la impronta que tienen. Dado que ingresan de pichón y se llaman aves papilleras, tienen que ser alimentadas por el humano, por lo que pierden la capacidad de ser liberadas y es muy difícil hacer la devolución al país de origen. En cambio, cuando son descubiertas en el momento del ingreso, se devuelven y ahí el país de origen ve el manejo más adecuado. En cuanto a las aves adultas, que se encuentran en criaderos y no acreditan legítima procedencia, van a quedar en cautiverio per se. Lamentablemente, ya se les generó el daño y es casi imposible que puedan volver a su hábitat natural”, explica el profesional de la Bidema.
A raíz de las malas condiciones de transporte, a las aves se les deteriora el plumaje. ‘’Al comer menos, se produce un daño importante en las estructuras del animal. Desde el punto de vista del estrés, son animales presa, por lo que el transporte brusco es súper estresante y mueren debido a eso, la inanición, los golpes, la asfixia y todo lo que las afecta al ser metidas en comportamientos pequeños’’, agrega el médico veterinario de aves, Gonzalo Soto.
Delito de contrabando
Desde 1975, Chile está suscrito a la CITES, comprometiéndose a regular y controlar el tráfico de animales silvestres. La tarea la asumen el SAG y la Policía de Investigaciones, con labores específicas en esta área. El comisario Gonzalo Aljaro explica que ‘’CITES funciona con autoridad científica, administrativa y de observancia. El SAG es la unidad encargada de regular todo lo relacionado con CITES, como los permisos, registros, fiscalización, etcétera. Pero a su vez, están las autoridades de observancia, que son la PDI, la Aduana y Carabineros de Chile, instituciones que también pueden pedir documentación y controlar. No fiscalizamos, pero podemos estar pendientes del tema”.
Cuando ingresa un ejemplar ilegalmente al país, puede ser pesquisado por la PDI, por Aduana o por el SAG, dependiendo de la situación. ‘’La verdad es que hay una red que se dedica al tráfico. Siempre que existan compradores, habrá quien los traiga y esto va a seguir. Es mucha la plata que se mueve en esto”, enfatiza Aljaro.
‘’El delito de contrabando se ve conforme a la ordenanza de Aduana, ahí están estipuladas las penas y va a depender de cada caso. Si es sólo un ingreso ilegal, es un tipo de pena, que va desde multa o si el ingreso viene acompañado de documentación adulterada o documentos falsos, van agregando penas mayores que pueden ir inclusive a la privación de libertad. Aparte del delito de contrabando y de la infracción a la ley CITES, se configura el delito de maltrato animal’’, agrega el comisario.
Venta legal
De acuerdo con el médico veterinario de aves, Sebastián Soto, ‘’siempre recomendamos que si van a tener un animal exótico, que sea de un criadero autorizado, donde reciban la información correspondiente de la inscripción y, por supuesto, los cuidados, que son específicos. Hacemos énfasis en que cada persona que compre un animal exótico, debe recibir la boleta o la factura más el certificado de origen del criadero. Se trata de un documento tipo que el SAG exige entregar a las personas. En este certificado van todos los datos del criadero, del dueño y del animal. Es el anillo o microchip, el método legal y aceptado por todos los veterinarios, porque no se puede retirar la identificación, dado que está dentro del organismo del animal’’.
Se pueden vender animales exóticos, sin embargo, si se tiene antecedentes de una venta ilegal o que las aves que están vendiendo posiblemente vengan de un tráfico, corresponde cursar la denuncia en cualquier unidad de la Policía de Investigaciones, Fiscalía o Carabineros.
Rehabilitación de animales
Elba Muñoz recuerda que los monos llegaban a su centro de rehabilitación en estado lamentable y que en la época de los ’80 y los ‘90, no había médicos veterinarios especializados en primates. ‘’Nadie sabía. Mi marido es pediatra y yo soy matrona, así que tratamos a los monos como se cuida a los recién nacidos o a las guaguas. Usamos mucho la medicina humana con la medicina veterinaria y es por eso que los monos sobrevivían. A muchos, teníamos que cuidarlos como en la UCI. Si necesitaban un tratamiento cada cuatro horas, el mono estaba con nosotros, con la veterinaria o conmigo, y se le daba el tratamiento cada 4 horas, se alimentaba, y así sobrevivían’’.
‘’Emocionalmente, también llegaban mal –continúa Elba–. Los barrigudos morían por depresión. Son los monos más evolucionados de los sudamericanos, los más inteligentes. Eso te demuestra que hay que preocuparse mucho de su estado sicológico, no sólo de la parte física. Al principio les damos mucha confianza, los cuidamos las 24 horas del día, con una buena alimentación y un estudio etológico. Vamos viendo qué es lo que les gusta comer y de eso les damos más al comienzo. Después analizamos con cuáles de los otros monos podrían estar. Si es un mono chico, tratamos de ponerlo con una hembra anciana y sola, porque ella lo cuida. Así, el mono se va rehabilitando con otro, se apoyan entre ellos. Uno es el encargado de darle confianza y seguridad en cuanto al albergue, la temperatura y la comida... la parte sicológica se la da otro mono. El éxito está en el grupo donde lo pones. Por eso debemos hacer un estudio etológico, es muy importante’’, agrega la directora del Centro de Rehabilitación y Rescate de Primates.
Después que se recibe una denuncia, el SAG y la Bidema toman esos animales y los llevan a centros de rescate, donde se les hace una evaluación primaria. Se ve cuál es la afección que tienen y una vez que están en mejores condiciones, pasan a un estado de rehabilitación más completo, donde pueden ser destinados a otro lugar, como un centro de exhibición, un criadero o un centro de rescate, que cumplan con ciertas características. Por ejemplo, hay centros de rescate que se quedan con la fauna silvestre para trabajarla, rehabilitarla y liberarla. Pero en el caso de animales exóticos, tienen que derivarlos, ya que no pueden soltarlos en el país por ser exóticos. Entonces, tienen que quedar en cautiverio, pero en instituciones que cumplan con los requerimientos.
Prevención
Para Elba Muñoz los niños deberían ver a los animales en una jaula y que los adultos tienen que enseñarles que esos animales no deberían estar así, sino vivir en su hábitat natural. Dice que es bueno contarles todo lo que tuvieron que pasar para llegar a nuestro país. “Nosotros les mostramos los monos para que los conozcan, les enseñamos sobre ellos, pero en el Museo del Tráfico, los niños ven las fotos y las consecuencias del comercio ilegal. Cómo llegan, los problemas que sufren, les mostramos cómo ellos pueden ayudar a estar contra el tráfico. Aquí ven a los animales de lejos, conocen sus costumbres, lo que comen, cómo se desarrollan, pero en ningún caso los ven como una mascota”.
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