Katalina Ovalle siempre fue una persona de perros, pero el sentido social y su gran corazón, la llevó a querer ser hogar temporal de Kuro, un gato que había sido atropellado y que necesitaba recuperarse de una operación de fémur "pero como dio positivo a la inmunodeficiencia y al virus de la leucemia, no aparecían familias adoptantes. Yo me fui encariñando, tomamos la decisión como familia de adoptarlo".
Katalina, Vicente, su hijo de 13 años, y Genaro, su pareja, pensaron en lo que involucraba tener un gatito con una enfermedad, en la calidad de vida y en si ellos podrían dársela. "Me fui instruyendo en estos dos virus, cuáles son las implicancias, porque tampoco son tan sencillos. Si uno los mantiene a raya los gatos pueden estar en óptimas condiciones, pero cualquier detonante o cualquier factor estresante te puede dejar la escoba", señala.
Otro aspecto que se plantearon es si podrían sostener económicamente a Kuro, porque querían mantenerlo con la mejor calidad de vida. Vieron cómo fue recuperándose y convirtiéndose en una minipantera, que corre y juega con intensidad.
Elliot
Después de dos años decidieron adoptar un compañero para Kuro, pero debía ser en igualdad de condiciones, "no podíamos adoptar un gato sano o no saber. Dimos con la Fundación Adopta y encontramos a Elliot (@elliot.redondito) que también dio positivo a leucemia y además tiene epilepsia. Adoptarlo también fue una decisión de familia".
Ambos son gatos indoor, son gatos protegidos, Elliot ya lleva 4 meses en su nueva casa, "me he preocupado de que vaya al neurólogo, al cardiólogo, y vamos controlando todas las comorbilidades que tiene. Hay que adoptar sin miedo, si uno puede solventarlo, y entregar este amor y calidad de vida, ellos pueden vivir muchos años...".
Katalina anima a la gente que quiera y pueda, que lo haga, que adopte. "Además hay un factor muy importante, que es el cariño que uno puede entregar y eso hace una diferencia", advierte que involucra gastos, pero se pueden cubrir. Son dos gatos de personalidades muy distintas y muy tiernos. Ver cómo han ido repuntando desde que llegaron ha sido increíble y es fuente de profunda alegría para esta familia.
La Leucemia felina es una enfermedad que puede contagiarse entre gatos y que es distinta a la humana. Se trata de una enfermedad viral que afecta a los gatos y se transmite a través de la saliva, la orina y otros fluidos corporales. Es causada por el virus de la leucemia felina (FeLV), que ataca el sistema inmunológico del gato, debilitando su capacidad para combatir infecciones. Dentro de los síntomas se encuentra: baja de peso y letargo hasta infecciones recurrentes y cáncer. Si bien no tiene cura, tal como lo señala Katalina, es tratable y los felinos pueden gozar de una excelente calidad de vida.
Si te animas a adoptar y no tienes más gatos, hay muchos compañeros de Elliot esperando por ti en @gatitosfundacionadopta.
Aquí algunos:
Nami
Conde
Prince
Kanji
Ruanda
Umi
