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Daniela Castro, Chalota y Ares "La adopción me provoca felicidad"

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Cocinar es una de sus pasiones, ganó la primera temporada de Master Chef Chile, y actualmente es parte de El Discípulo del Chef (CHV), pero tiene otra: su amor por los perros y su cruzada por la adopción. No duda en llevarlos a su casa para rehabilitarlos y encontrarles un nuevo hogar, incluso forma parte de Fundación Chalota, con quienes rescata, rehabilita y reubica a animales abandonados.

Cocinar es una de sus pasiones, ganó la primera temporada de Master Chef Chile, y actualmente es parte de El Discípulo del Chef (CHV), pero tiene otra: su amor por los perros y su cruzada por la adopción. No duda en llevarlos a su casa para rehabilitarlos y encontrarles un nuevo hogar, incluso forma parte de Fundación Chalota, con quienes rescata, rehabilita y reubica a animales abandonados.

Por Isabel Pinto G. - Fotografías: Gonzalo Muñoz - Maquillaje: Paula Bruzzone - Accesorios: Pandora

Agradecimientos: Hotel Director

Daniela Castro llega al Hotel Director junto a Chalota y Ares, la primera adoptada hace años, él más reciente. Ambos recorren la habitación, él con su cocodrilo de peluche que promociona para que alguien juegue con él, y ella, más templada, luego de un rato se echa a descansar.

Actualmente, Daniela es parte de la cuarta temporada de El Discípulo del Chef (CHV), trabajo que equilibra con sus dos adoptados. Cuenta que su casa era como “una granja educativa, pero no vivía en el campo (ríe), siempre me dejaron tener muchos animales. Tuvimos hámster, tortugas, gatos, conejos, perros, una gallina, pollos, pero siempre quise tener una perrita que viviera bajo mis reglas, porque las reglas de los papás son distintas y antes más aún, me decían ´cómo el perro va a estar adentro de la casa´, ahora digo ¡pobre del que no deje entrar a la Chalotita!”.

Cuando salió del programa Master Chef Chile decidió que era el momento de buscar un perro. “Siempre quise tener mi propio perro, era parte de mi sueño poder criarlo a mi manera, como lo veía en las películas (ríe) que el niño dormía con el perro, que estaba adentro”, reconoce.

¿Siempre pensaste en adoptar?

Sí, me gusta mucho "La dama y el vagabundo", siempre amé al vagabundo, lo encontraba tan lindo, peludito. Siempre me han llamado la atención los perros peludos, igual que el de "La Sirenita" y el grande de Beethoven, pero yo estaba enamorada del vagabundo.

¿Cómo llegaste a la Chalota?

Una amiga sabía que estaba buscando un perrito con el que hiciera conexión, creo el perro te elige a ti y uno también al perro. La habían encontrado en Ciudad Empresarial, me dijo que me iba a encantar y la fui a ver a un hogar temporal. La niña no la podía tener, era exquisita, yo estaba súper emocionada y después se empezó a arrepentir. Me dio lata porque ella misma me había dicho que no tenía tiempo, que iba a la playa y no la podía llevar, tenía que pensar en el perro, más que porque ella no quisiera entregarla. Se empezó a encariñar, se llamaba Tara, me dio lata porque me había dado muchas razones por las que no la podía tener ¿qué cambió? me dio pena por la perrita. Al final se dio cuenta que era irresponsable dejársela y ahí Chalotina llegó a mí.

¿Sentiste una conexión con ella?

Era peludita, estaba súper tranquila. Después que la fui a ver quedé pensando en ella, en el momento no fue una conexión tan guau, pero cuando la niña me dijo que lo estaba dudando ahí se me partió el corazón. Cuando llegamos a la casa, la metí altiro a la cama y durmió un día entero.

¿Crees que ella sintió que era su hogar definitivo?

Sí, dijo ahora voy a descansar, durmió mucho, como dos días. La Chaloti tiene 9 años, lleva 8 conmigo y uno de libertina, que no sabemos cuál fue su historia, pero con ella han sido puras aventuras, es mi partner. Le prometí que la iba a cuidar, y ella me prometió que me iba a cuidar.

¿Cómo es su personalidad?

Creo mucho en que los perros se parecen mucho a sus dueños o uno a sus perros. Es muy independiente, tiene mucha energía, todo se hace cuando ella quiere. Si quiere jugar, va juega un rato y se va, anda en su mundo, su universo. Le gusta estar tranquila, sola pero acompañada, siempre estar a mi lado, pero ella haciendo sus cosas. Es súper solidaria con los perros, acepta a todos lo que llegan a la casa, he llevado un montón, algunos adoptados, otros que han estado como hogar temporal. Lo único que no pueden hacer es subirse a mi cama, pero les presta su plato, es como: “llegó otro perro mamá, cuidémoslo”. Al principio no los pesca mucho, pero después se encariña.

¿Sientes que también eres así?

Sí, yo soy muy yuyin, cuando llego a la casa siempre está súper emocionada, muy extrovertida, pero a la vez necesita su espacio, y así soy yo. Es turuleca como yo, le pasan cosas yuyin, corre feliz, sonriendo, pero ella elige con quien estar y con quien no.

¿Qué cosas hacen juntas?

La llevo a todas partes, me ha acompañado a probarme ropa, entiende todo, de verdad me impresiona. Es súper juguetona cuando ella quiere, si quiere cariño, se comienza a acercar, es súper manipuladora, muy alegre. Siempre le pasan cosas, se le caen cosas encina, ella es un chiste. Me acompaña a reuniones, cuando trabajaba en la radio, en Los 40, era parte del equipo, iba todos los días con ella, saludaba a todo el mundo y después se sentaba mientras estábamos en el programa.

¿Qué es ella para ti?

La Chalota es mi vida y es mi partner. También soy su mamá, pero somos partner, soy su mamá porque estoy a cargo de ella. Me he dado cuenta de que si bien soy súper cariñosa con mis perros no los humanizo, los respeto.

Has dicho que ella es tu apoyo emocional...

Me di cuenta que la Chaloti es mi vida entera, para mí la familia es muy importante y ella es mi familia. Es mi primera perrita, tengo ansiedad y sufro crisis de pánico, ella me baja mucho eso, porque cuando estoy con ella me siento en un lugar seguro. Se da cuenta cuando estoy con ansiedad, me siento mal o estoy enferma, ella me busca. Se acerca altiro, el otro día me caí de la escalera y la llamaba, estaba llorando con risa y le decía Chalota me caí, me puedes pescar y tenía un dulce en la mano, se acercó, pero para comerse el dulce. Sabe cuándo es grave la cosa y cuando no (ríe). A veces estoy llorando, le digo “Chalota tengo pena, ven a cuidarme”, ella elige, sabe si estoy más callada y más para adentro, ella está ahí. Puedo pasar tres días enferma, acostada, y ella no se mueve de mi lado.

Ares

¿Cuándo se sumó a la familia?

El loco Ares, llegó con ese nombre, el Dios de la guerra, ahora entiendo todo (ríe). A un pololo le gustaban los dogos argentinos y estaba buscando uno. Me enviaron una foto de Ares, estaba en adopción, es mezcla de Dogo con Bóxer, estaba en la fundación "El Poder de la manada". Lo vi y dije que perro más lindo, con esa carita, tenía ocho meses, era menos musculoso, porque ahora es fitness. Era flaquito, un loco que corría por todos lados y molestaba a todos los perros, pero nunca peleaba, era como el cabro chico que te tira el pelo y arranca. Lo fuimos a ver varias veces, hasta que llegó el momento de adoptarlo. Ha sido todo un proceso porque es un revoltoso, es intenso, tiene ansiedad por separación, él vivía con 50 perros, dormía con ellos, los molestaba, corría, arrancaba. Cuando ve un perro cree que tiene todo el derecho a saludarlo como si nada, que el otro lo va a pescar y tira mucho la correa. Estamos trabajando esa ansiedad que le provoca ver otro perro, llora de emoción porque lo quiere ir a saludar. Tiene como un año conmigo y se manda puras cagás (ríe).

Ares va al colegio...

Sí, a DoggyLand, era su hotel y ahora también es guardería, está en Calera de Tango. Lo pasan a buscar todas las mañanas, corre, es fornido, musculoso, se cree dueño del lugar, va de lunes a jueves y el viernes se queda con nosotras. Va feliz, se supone que debiera llegar cansado (ríe) es demasiado deportista y la Chalota va cuando quiere.

¿Qué hacen cuando están los tres juntos?

Salimos a pasear, vamos a la plaza, cuando salimos en auto Ares se sube y no deja que se suba la Chalota, la empuja. El lado de la Chalota es el derecho y va mirando por la ventana, él se le tira encima, saca la cabeza por la ventana y la aplasta; ella se va a la izquierda, la sigue y la aplasta. Son chistosos, son mis dos versiones de estupidez y ternura a la vez, a los tres nos pasan cosas siempre, somos muy chistosos los tres, siempre nos pasa algo. Vivir con ellos es lo máximo, es una alegría todos los días, vivir con dos es más alegría, porque somos como los Tres Chiflados. Me encanta que se acompañen, aunque Ares deje la cagada porque lo más importante es el amor que ellos me dan.

¿Qué es lo peor que han hecho?

Ares rompió un bolso entero, se comió un libro de colección de mi pololo, tiene un problema con los libros, le gusta leer (ríe), me ha roto libros de cocina enteros, los muerde por todo el borde. Se llama Ares y su segundo nombre es ¿qué hiciste? A veces creo que la Chalota es la autora intelectual, la que le dice “Ares anda a sacar esto, anda, no te va a pasar nada” y Ares va. La otra vez abrieron una mostaza en polvo arriba de la cama, estaban asquerosos, la Chalota con la cara llena de mostaza y ahí pensamos que ella también tiene algo que ver, no puede ser que siempre sea Ares, creemos que ella es la autora intelectual y le dice "Ares, tranquilo, no va a pasar nada, yo te defiendo".

Has tenido varios perritos en hogar temporal; ¿qué sientes cuando se van en adopción?

La adopción me provoca felicidad, cuando ves a la familia feliz, que te cuentan que le compraron todo para recibirlos, que los están esperando. Les tienen su correa, la cama, su platito, verlos que están ansiosos esperándolos, es muy emocionante, porque al final es una nueva vida para las personas y para el perro. Al final tu hiciste tu parte y la emoción que te transmite la persona cuando deciden adoptar es muy bonita. Al momento que toman la decisión están tan ansiosos y felices por recibir a este nuevo miembro de la familia que es emocionante.

Fundación Chalota

Una de las mejores amigas de Daniela tenía la Fundación Paticortos, un día le preguntó cómo la podía ayudar y decidieron utilizar "Fundación Chalota" como nombre de fantasía. “La Chaloti es conocida, todos la quieren, es adoptada. Estamos hace tres años con ella, trabajamos con voluntarios, no tenemos un lugar físico, quizás más adelante, paso el dato por si hay alguna marca que se quiera sumar y ayudarnos. Hay mucha gente que cree que porque yo soy conocida a la fundación le va mejor, mentira, es mucho más difícil. La gente no aporta mucho, hartas guapirulis se han hecho voluntarias y van a buscar a un perro, lo trasladan, los llevan a la veterinaria o a un hogar temporal, pero al final se necesita plata para pagar los tratamientos. Trabajamos con Huellas veterinarias, que son un 7 y nos hacen descuento y prácticamente lo dejan a costo cero y aun así es difícil. Nuestra labor es rescatar, rehabilitar y reubicar, pero necesitamos hogares temporales porque nos ayuda para definir cuál es la familia ideal para el perro. Si quieres ayudar puedes donar alimento, remedios, dinero, ser hogar temporal, trasladar perros. Toda ayuda es bien recibida”.

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Nuestros michis y lomitos forman parte de nuestra familia y ocupan un lugar muy importante en nuestro corazón. Si eres de los que ama llevarlos a todas partes contigo, te encantará saber que Pandora lanzó una colección inspirada en nuestros furry friends. La marca de joyería danesa creó por primera vez una serie de cinco charms con hermosos detalles para celebrar el vínculo especial que compartes con tu peludito y llevar su esencia siempre contigo. Encuéntralos en tiendas Pandora a lo largo de todo Chile o en www.pandoraoficial.cl

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