Perros y Gatos

Baker: Una historia de amor y tenencia responsable

Baker: Una historia de amor y tenencia responsable | Tania Franulic

En el mes de febrero diversos incendios afectaron la V Región, dejaron cientos de familias sin hogar, y muchos animales quemados. Este es el caso de Baker, un perrito que debió permanecer internado debido a sus lesiones y que se convirtió en un ícono, ya que sus tutores, ambos de la tercera edad, iban a visitarlo todos los días.   

La señora Alicia y su esposo, Hermes, son dos personas de la tercera edad, ambos tienen movilidad reducida, ella se moviliza con un burrito y él con un bastón. Su casa es una más de los cientos de viviendas que resultaron quemadas producto de los incendios. Ellos vivían junto a sus dos perritos Rex y Baker, quienes escaparon en medio de la emergencia. Lamentablemente, sólo encontraron a Baker. "A mi perrito se le quemaron sus patitas, se estuvo arrastrando del dolor, eso nos hizo apegarnos más a él. Y por Baker hemos vivido, él es el que nos hace vivir", dice la señora Alicia. El perro en un principio recibió atención veterinaria en su domicilio y luego fue trasladado al Colegio Darío Salas, que se habilitó como Hospital de Campaña en Quilpué, posteriormente todos los animales que se encontraban ahí fueron trasladados a la posta del Departamento de tenencia responsable y bienestar animal del municipio.

Pese a que esta pareja de adultos mayores tiene movilidad reducida no dudaban en tomar su burrito y su bastón para ir a visitarlo todos los días. "Él nos da fuerza, porque sabemos que tenemos que ir a verlo, ha tenido varios cambios. Antes de que se quemara era un perrito alegre, corría, ladraba, era muy feliz. Después del incendio y debido a sus quemaduras se arrastraba para llegar donde mi esposo. Él es el que le da la comida y lo regalonea, como soy inválida, no lo puedo tomar. Cuando se quemó fue terrible para nosotros, yo no lloré por mi casa, se me quemó todo, quedamos con los brazos cruzados, pero sí lloré por mi perro, porque me daba pena verlo así. Nosotros no podíamos hacerle nada, pero llegaron unas veterinarias y ellas le hacían curaciones. Después los llevaron al hospital veterinario y lo internaron. Lo trataron muy bien y lo cuidaron mucho. Era regalón de medio mundo, porque Baker es muy regalón. Después lo trasladaron a la clínica de la municipalidad para seguir cuidándolo", destaca la señora Alicia.

Alicia y Hermes Tania Franulic

Visitas

Baker debió permanecer internado debido a sus quemaduras, pero no comía si es que no estaba la señora Alicia y don Hermes. "Él siempre nos estaba esperando, cuando lo íbamos a ver tomaba agüita y comía, se ponía muy contento porque le hacíamos cariño. Está feliz cuando nos ve. La doctora Tania es su mamá en el canil, porque siempre está pendiente de él. Soy una agradecida de que haya cuidado a mi perrito, porque es lo único que nos quedó. Él nos da la alegría que necesitamos, porque es triste quedar sin nada".

A ustedes les cuesta trasladarse ¿Qué los motiva a ir a verlo todos los días?

El cariño que le tenemos. Es lo único que nos quedó, nosotros se lo demostramos y él también nos demuestra su cariño. Eso es lo que nos motiva, porque de verdad, si no lo tuviéramos, quizás estaríamos muy mal. Tengo 82 años y me cuesta adaptarme a no tener mis cosas, pero nos mantiene el cariño de Baker. Estoy muy agradecida de todas las personas que lo han atendido, gracias a ellas y al Señor se ha logrado recuperar. Estoy muy agradecida, nunca imaginé que uno puede querer tanto un animalito. Es nuestro hijo y ha sido un consuelo, nos ha dado vida el estar pendiente de él.

¿Cómo reacciona cuando lo van a ver?

Es un perrito muy juguetón, muy desordenado, cariñoso. Nos mueve la colita, nos abraza, nos rasguña con sus uñas grandotas, pero esos son sus cariños. Lo único que quiere es darnos besos y tenernos cerquita. Siempre ha sido muy cariñoso y obediente.

Al realizar esta entrevista Baker estaba recuperado. Los médicos veterinarios solo estaban esperando que la familia de la señora Alicia y don Hermes terminaran de construir y cercar para poder darle el alta y pudiera llegar a un lugar seguro.

La evolución de Baker

Baker: Una historia de amor y tenencia responsable Tania Franulic

Tania Franulic es médico veterinaria, etóloga, llegó a trabajar como voluntaria a la municipalidad y fue una de las doctoras que estuvo con Baker. "Él llegó con las cuatro patitas quemadas y fue evolucionando súper bien. Era un perrito bien tímido, pero cuando llegaban sus tutores se animaba mucho, es un perro muy regalón. Al principio estaba con sus vendajes y se fue recuperando a medida que pasaron los días. Me llamaba mucho la atención que todos los días iban sus tutores a verlo, su dedicación, ella con su burrito, él con una muleta, además que iban a pesar de todo lo que estaban viviendo. Por eso les tomamos mucho cariño".

¿Las visitas fueron importantes para su recuperación?

Mucho, porque el perro se animaba, comía mejor, estaba con mayor disposición. Se quedaron harto rato con él. Una hora o una hora y media todos los días. Hasta que le chocaron su auto, afortunadamente a ellos no les pasó nada, pero ya no podían visitarlo, por lo que le pregunté a Cristián (Scarpa), que es el encargado de tenencia responsable del municipio, si yo se los podía llevar. Él primer día que los visité estaban felices con la sorpresa. Baker con ellos es otro perro, se relaja, saluda a todo el mundo, anda contento.

Hermes, Baker y Alicia Tania Franulic

Campaña de ayuda

Además de curar a Baker, querían apoyar a la familia. Por lo que se hizo una campaña con la Fundación Julieta, el Club de Perros y Gatos, y Andymar para recolectar dinero. La doctora Tania siguió llevando a Baker a visitarlo, hasta que un día ya estaban las condiciones para que se pudiera quedar. Así, también, lograron reunir más de 4 millones de pesos para la reconstrucción de su hogar.

El rol de Colmevet

Maite Kliwadenko, Coordinadora Comunicaciones Colmevet Valparaíso, Marga Marga, fue parte del equipo de voluntarios de Colmevet, quienes estuvieron atendiendo en el Hospital de campaña que se instaló en el colegio Darío Salas, en Quilpué. La doctora nos cuenta que llegaron a atender unos 150 animales, y en el peak hubo alrededor de 60 internados, mayoritariamente gatos. Las principales quemaduras de perros y gatos eran en sus miembros. En cuanto a la atención, menciona que "El Colegio Médico Veterinario, el Ejército, la municipalidad de Quilpué y el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, Senapred, trabajamos en conjunto, hicimos un directorio médico en el hospital de campaña, donde el paciente al ingresar pasaba por distintas estaciones: en primera instancia pasaban a recepción, donde estaban los funcionarios del ejército, municipales y se tomaban los datos del paciente, siempre con un responsable, que podía ser una persona que lo encontró, una fundación o su propio tutor. Luego pasaba al triage, donde médicos veterinarios voluntarios realizaban la atención primaria del paciente, lo revisaban, veían el estado de deshidratación y se evaluaba si debía quedarse internado en el hospital o si tenía que ser derivado a una clínica veterinaria".

Agrega que "nuestro rol como Colmevet fue gestionar la atención de los pacientes, dónde derivarlos, saber qué clínicas tenían cupos y que estuvieran dentro de nuestro pool de clínicas de confianza o si también podían prestar una atención ambulatoria. Fuimos un ente coordinador entre el hospital de campaña y las clínicas. También se pusieron a disposición veterinarios que llegaron como voluntarios. Estábamos pendientes de conseguir los insumos que faltaban, de esta manera y gracias a la campaña que se realizó para obtener recursos, se compraba lo que se necesitaba".

Experiencia positiva

Maite ha trabajado en situaciones de emergencia como los incendios. "lamentablemente, la región es bastante acontecida frente a los incendios y catástrofes propiamente tal. Y al menos en el hospital de campaña estuvo todo mucho más coordinado que en otras emergencias. Tuvimos una gestión mucho más rápida y eficiente. Logramos sacar adelante una emergencia bastante grande. Tienes que pensar que fueron aproximadamente más de 5.000 pacientes que se atendieron en total, entre el pool de clínicas veterinarias, el hospital de campaña, las universidades. Así que es muy importante agradecer a todos los médicos veterinarios que participaron". 

El Municipio de Quilpué

Cristián Scarpa, encargado técnico del departamento de Tenencia responsable y bienestar animal del municipio de Quilpué, relata que tuvieron una reacción rápida frente a la emergencia, ya que se dieron cuenta de la gran población de animales afectados, lo que haría colapsar el sistema. Por lo que comenzó la coordinación para poder contar con un Hospital de campaña, que finalmente se habilitó en el colegio Darío Salas. "No habíamos tenido una situación de catástrofe de esta magnitud en Quilpué, se habían registrado incendios, pero no con tantos vecinos, ni animales afectados y con pérdidas totales. Los incendios anteriores fueron forestales o con muy pocas casas comprometidas y menos animales quemados, por lo que los pacientes eran atendidos en clínicas privadas".

El veterinario menciona que en esta emergencia hubo una buena reacción, pero gracias a los voluntarios. "Prácticamente todas las instituciones son voluntarias, si no hubiese sido por eso, nos hubiese costado mucho más la respuesta, por lo menos en nuestro caso, la respuesta de la atención animal hubiese sido muy compleja. Tener 50 pacientes al mismo tiempo no es menor, se necesitan profesionales, insumos. Si no hubiese sido por donaciones, eso no hubiese sido factible, porque nosotros no contamos con bodegas con insumos, ya que nuestro objetivo como municipio está enfocado al manejo poblacional canino y felino. La esterilización y el registro de animales".

Protocolos de emergencia

El profesional destaca que se necesita una planificación de Estado cuando ocurre una situación de emergencia. "Este tipo de catástrofes no puede estar sujeta a la voluntad. No podemos esperar a que el voluntario se presente, esto tiene que estar organizado. Cada cinco años va a haber un incendio, una catástrofe, se necesitan fondos y los protocolos deben estar estipulados: quién se hace cargo, quién presenta los fondos, de dónde viene el equipo veterinario. Cuando ocurrió el COVID se contrató gente para ir en apoyo de los hospitales, no eran voluntarios. Entonces, ¿por qué aquí son voluntarios? Trabajamos con animales quemados, en estado crítico, pacientes muriéndose en manos de voluntarios, que están estudiando o recién están saliendo. No se puede permitir eso", finaliza.

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