Perros y Gatos

Perros asilvestrados: Los riesgos de los animales en jauría

asilvestrado |

Estos animales han perdido su condición de domesticación para pasar a un estado de vida salvaje; son agresivos con sus presas y desarrollan estrategias de caza muy efectivas mediante jaurías.

El pasado fin de semana, una joven de 25 años quedó gravemente herida tras ser atacada por más de 15 perros, mientras se encontraba realizando trekking en el Cerro Esmeralda, en la ciudad de Iquique. Afortunadamente,  se encuentra fuera de riesgo vital.

¿Quiénes son los perros asilvestrados?

Estos animales han perdido su condición de domesticación para pasar a un estado de vida salvaje; son agresivos con sus presas y desarrollan estrategias de caza muy efectivas mediante jaurías. Siguen siendo perros pero nunca más serán domésticos, convirtiéndose en una amenaza latente para especies protegidas. ¿qué hacer?

Es un hecho no aislado y ocurre comunmente en los sectores perirurales, donde se forman manadas de perros que perdieron su condición doméstica, y que juntos son un peligro para otros animales y los seres humanos. La culpa no es del perro, naturalmente, pero el efecto de sus ataques podría poner fin a la existencia de algunas especies endémicas de nuestra fauna.

Jaurías

No hablamos de todos los perros que viven en las zonas más aisladas de las ciudades. Felipe Bravo Peña, presidente nacional del Colegio Médico Veterinario de Chile, explica que el perro asilvestrado es un animal que ha perdido su condición de domesticación para pasar a un estado de vida salvaje, por lo que no depende del hombre para su sustento, refugio y reproducción. De suceder lo anterior actúa como un depredador silvestre (como pumas y zorros), siendo competencia para ellos e impactando negativamente en los animales que son cazados para su alimentación.

Son animales agresivos con sus presas, desarrollan estrategias de caza muy efectivas mediante jaurías, donde los animales experimentados enseñan a los más jóvenes estas conductas de ataque. Con los seres humanos evitan el contacto, y en el caso de intentar capturarlos, serán agresivos e impredecibles a modo de defensa, tal como podría reaccionar un puma o un zorro al atraparlo. En ningún caso es recomendable intentar manipularlos.

Estos animales viven en jaurías porque así pueden acceder a presas grandes que sirvan de sustento al grupo; se relacionan mediante rituales de jeraquización y organización, lo que les permite establecer territorios de desempeño y estrategias de cacería de gran eficiencia, como es el caso de los lobos y Licaones. Estos caninos asilvestrados no tienen contacto ni dependen del hombre para subsistir, por lo que proliferarían lejos de los lugares poblados por los humanos, teniendo impacto principalmente en las zonas rurales o silvestres.

Perros de vida libre v/s perros asilvestrados

Bravo Peña menciona que un canino abandonado –que logre subsistir en el ambiente cazando o carroñando– no es un perro asilvestrado automáticamente, sino más bien un perro de vida libre, que se comporta igual que aquellos perros con dueño a los que irresponsablemente se les permite salir a merodear por su cuenta. Un perro de vida libre, al haber sido sociabilizado con los seres humanos, tiene otro tipo de conductas, buscará alimentación cercano a asentamientos urbanos, puede prescindir de la caza, y en general no se mostrará temeroso o agresivo con las personas. Sí generará un aumento de los perros asilvestrados su potencial descendencia, que en el corto plazo, al no poseer contacto con el hombre, podría establecer jaurías con conductas y comportamientos como los comentados inicialmente.

Los individuos que no han socializado con el humano tienen una posibilidad de inserción o de ser dados en adopción muy baja, ya que es muy probable que sean agresivos e impredecibles con las personas y otros animales, transformándose en un riesgo. Distinto es el caso de perros abandonados, que tuvieron contacto con humanos, los que efectivamente tienen mejores posibilidades de recuperarse y volver supervisadamente al estado doméstico. “Todo esto tendría que ser monitoreado por un médico veterinario etólogo y analizarse caso por caso”, explica el presidente nacional del Colegio Médico Veterinario de Chile.

Una amenaza para el resto de la fauna

Los perros asilvestrados están considerados por los expertos como un grave problema ecológico para diversas especies de animales silvestres, tanto del ambiente terrestre como acuático. Medioambientalmente están considerados como una de las especies exóticas invasoras que amenaza a la biodiversidad local. Estos animales, como predadores, no distinguen condición de vulnerabilidad, áreas protegidas o animales en peligro de extinción. Adicionalmente son un problema recurrente e importante a nivel ganadero, principalmente para la Agricultura Familiar Campesina (AFC) de nuestro país, sector socialmente vulnerado que muchas veces depende económica y alimentariamente de la cría de animales, y donde el impacto de un ataque de perros puede significar para una familia simplemente dejar de comer, o perder su moneda de cambio para acceder a servicios básicos.

Transmisión de enfermedades

El impacto de estos animales hace que esta sea un área de estudio emergente, donde se reconocen como potenciales transmisores de enfermedades como distemper, parvovirosis, rabia y parasitosis, hacia algunas especies silvestres. La dificultad de evidenciar esto radica también en que es complejo diferenciar si el propagador de la enfermedad es un perro asilvestrado o simplemente un perro abandonado o de vida libre. En cualquier caso es relevante considerar la realización de estudios al respecto, agrega el profesional.

Mecanismos de control

El veterinario explica que existen y se reconocen diversos métodos de control para este tipo de poblaciones, que son utilizados para diversas especies invasoras (no son métodos exclusivos o diseñados sólo para perros). Por ejemplo:

A. Métodos de exclusión (cerco eléctrico).

B. Disuasivos (luces, sirenas, animales disuasivos o protectores de rebaño).

C. Tóxicos (venenos).

D. Trampas (de captura o letales).

E. Armas de fuego (caza).

Evidentemente los métodos de exclusión y disuasivos tienen un foco principal para la ganadería, y por sus características difícilmente son una solución a nivel de fauna silvestre.

Otra consideración es que estos métodos son de control cuando el problema ya está presente y se requiere efectos inmediatos, pero el foco debe ser la prevención y evitar la deambulación y establecimiento de estos animales y sus jaurías, cuestión que se maneja con otro tipo de medidas, como legislación, educación, tenencia responsable, registro de animales, esterilización, e incluso eutanasia en casos justificados.

La realidad de la Ley de caza

Para el presidente del Colegio Médico Veterinario, cuando la Ley de Caza estuvo en debate hubo en pésimo manejo comunicacional y fue muy poco lo que se explicó a la población respecto al tema. Legalmente lo único que se hizo fue reconocer a los perros asilvestrados como especie dañina dentro de una Ley de Caza ya existente. La definición de especie dañina es todo animal “que por sus características o hábitos, naturales o adquiridos, está ocasionando perjuicios graves a alguna actividad humana realizada en conformidad a la ley, o está causando desequilibrios de consideración en los ecosistemas en que desarrolla su existencia”. Siendo objetivos, no hay ninguna duda de que los perros asilvestrados, como especie exótica e invasora para nuestra fauna silvestre, debiesen estar en esa categoría.

Agrega que lamentablemente los medios de comunicación y algunos grupos comunicaron que se había creado una nueva ley específica para autorizar matar mascotas libremente, generando pánico y desinformación. “Hay un abismo de diferencia. Entiendo que socialmente los perros tienen una valoración distinta, yo mismo tengo tres perros que son casi mis hijos, pero también hay que ser responsable con nuestro ecosistema como un todo, y creo que el tema debió evaluarse con una mayor altura de miras. Con lo anterior no estoy diciendo que la caza sea la solución única para controlar a los perros asilvestrados o que la ley, tal como está, sea correcta, pero no tengo dudas de que se trata de una especie dañina, que se deben tomar medidas y que en ningún caso podemos ponernos una venda en los ojos y desconocer la existencia de esta problemática que se vive a diario”.

De hecho para el Colegio Médico Veterinario es un tema complejo, pues las opiniones entre colegas están marcadamente divididas. “Cuando el tema fue la Ley de Caza el 2015, realizamos una encuesta a más de 400 médicos veterinarios y el resultado fue muy interesante. A nivel global, el 75% de los colegas se manifestó a favor de incluir a los perros asilvestrados dentro de la ley de las especies dañinas de la Ley de Caza. Respecto a una posible solución a la problemática, la mayoría indicó que, de tener una libertad legislativa, consideraría la caza como opción únicamente si primero o en conjunto se legislaba la ley de Tenencia Responsable de Mascotas y aumentaban las sanciones civiles. Hoy esa situación es una realidad, por lo que el debate debiera volver a abrirse”.

Frente a una posible solución para este tema, el profesional dice que la forma es acudir a los actores relevantes y armar una mesa de trabajo con los grupos interesados en esta problemática, gente de organismos de gobierno como SAG y el INDAP, expertos de universidades, centros de investigación y conservación, campesinos, ganaderos, el Colegio Médico Veterinario y también grupos animalistas y de otros sectores de la sociedad civil. Todos deben opinar para generar una solución técnicamente factible y socialmente aprobable. Hay que consensuar acciones en base a un diálogo empático, libre de dogmatismos y prejuicios.

Finalmente, menciona que los ataques de perros se atribuyen genéricamente a los perros asilvestrados, cuando en la realidad, si bien son incidentes, en las zonas rurales los perros domésticos, con o sin dueño, callejeros o comunitarios, tienen un impacto y responsabilidad relevante. También son precisamente estos perros los principales responsables de ataques y mordeduras a humanos, que sólo el año pasado alcanzó la para nada despreciable cifra de 63.232 personas, y que en otros años han sido causante de ataques con resultados mortales..

Ley de Tenencia Responsable de Mascotas

Para el profesional, esta Ley ayudará a cuantificar un poco el problema y debiese permitir en el mediano plazo lograr medir la incidencia de los perros con dueño en esta problemática, los que no están siendo controlados y que sabemos generan grupos para predar y luego volver a sus casas. De todas formas se requiere hacer algunas precisiones que la ley no contempla, y entender que las poblaciones de perros asilvestrados son un problema hoy, que no pueden ser manejados como mascotas o perros domésticos que simplemente se dan en adopción. La ley debiese contemplar, por ejemplo, la eutanasia para los casos que no es posible recuperar o que representan un riesgo para otros animales o para las personas. Los ganaderos, la fauna silvestre, animales en peligro de extinción como nuestro icónico huemul, no pueden esperar una década para recibir una solución. Nuestro rol como médicos veterinarios es velar por todos los animales, y en ese sentido es relevante abrir el debate en este tema.

Síguenos en:Google Noticias
Compartir: