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10 de diciembre: El día de los derechos que no distinguen la especie

Día de los derechos de los animales | Difusión

El 10 de diciembre, el mundo conmemora simultáneamente el Día Internacional de los Derechos Humanos y el Día Internacional de los Derechos de los Animales, una coincidencia que no es casual: ambas fechas buscan recordar que la dignidad, la libertad y la protección frente al sufrimiento no deberían depender de características arbitrarias como la especie, el origen, la identidad o la condición socioeconómica.

Desde 1997, cuando se estableció el día internacional de los derechos de los animales, organizaciones de todo el mundo, levantan la voz para visibilizar que los animales son seres sintientes y merecen garantías éticas fundamentales.. Estas reivindicaciones se basan en la Declaración Universal de los Derechos de los Animales (1978), que reconoce cuatro derechos esenciales:  la vida, la libertad, la no violencia y el derecho a no ser considerados propiedad.

Pero para Animal Interseccional, esta fecha representa algo más profundo: la oportunidad de mostrar que las violencias hacia los animales y las violencias hacia las personas son parte de estructuras similares. La organización señala que los sistemas que permiten la explotación animal —extractivistas, coloniales y basados en la desigualdad económica— son los mismos que vulneran derechos humanos en territorios empobrecidos, comunidades racializadas, mujeres, disidencias y trabajadores precarizados.

Una mirada interseccional para comprender todas las opresiones

Diversos informes internacionales, como los del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la FAO y el IPBES, ya han advertido sobre la relación entre explotación animal, crisis climática, inseguridad alimentaria y desigualdad social. En América Latina, estas tensiones son especialmente visibles: territorios afectados por la expansión ganadera, poblaciones expuestas a contaminación por industrias intensivas, comunidades vulnerables sin acceso a alimentación saludable y ecosistemas gravemente dañados por prácticas productivas violentas con los animales y con las personas.

Es justamente en ese cruce donde la organización afirma que no se puede hablar de justicia social sin protección animal, ni de derechos humanos sin revisar la forma en que tratamos a los demás animales.

 "Las opresiones se entrelazan y se refuerzan mutuamente; cuando una vida se considera desechable, todas las demás se vuelven más vulnerables", señala Jesica Bon Denis, fundadora de Animal Interseccional. Hacia políticas públicas y decisiones cotidianas más conscientes

Hoy la conversación global avanza. La ONU incorpora la protección de especies, la lucha contra la caza furtiva y la conservación de ecosistemas en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (especialmente el ODS 15), lo que pone en agenda la necesidad de una visión que reconozca la interdependencia entre todas las vidas.

"El 10 de diciembre no es solo un recordatorio —es un llamado urgente a construir un futuro donde ninguna vida, humana o no humana, sea tratada como descartable", concluye Bon Denis.