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Rodeo y Carreras de Perros: Los grandes ausentes de la elección presidencial

Estamos a vísperas de las votaciones, en una campaña presidencial marcada por discursos de seguridad y crisis migratoria, y con un silencio que resuena con especial fuerza para el mundo animalista: la ausencia de posicionamientos claros sobre el rodeo y las carreras de perros. Dos prácticas cuestionadas hace años por la ciudadanía, pero omitidas por quienes aspiran a gobernar el país. 

Rodeo, Captura
Rodeo / FUENTE: Captura

Traigamos algunas cifras a la discusión: 75% de los chilenos y chilenas declara apoyar los derechos de los animales (Cadem, diciembre 2023); 75% se muestra poco o nada identificado con el rodeo, y apenas un 10% declara sentirse identificado con esta práctica (Criteria, 2023); y 51,5% cree que los animales deben ser reconocidos como seres sintientes por ley (Ipsos, 2025). Es decir, la ciudadanía tiene bastante presente este debate y, en general, la protección animal, pero los candidatos siguen actuando como si no existiera este respaldo ciudadano.

Aun con estos datos, ningún presidenciable incorpora en su campaña mención alguna al rodeo o las carreras de perros. En la práctica, hablar de estos temas parece más riesgoso que proponer cambios en el sistema de pensiones o retrocesos en agendas denominadas como "valóricas". Hoy nadie quiere incomodar a ciertos sectores rurales y tradicionalistas y la consecuencia es la misma de siempre: los animales continúan relegados a un lugar marginal en las prioridades electorales.

José Binfa / Archivo personal
José Binfa Archivo personal

El panorama actual es casi unánime: ningún programa presidencial de 2025 menciona expresamente el rodeo ni las carreras de perros. Pero eso no significa que no existan señales políticas.

En la derecha, los candidatos José Antonio Kast y Evelyn Matthei pertenecen a un mundo político que históricamente ha defendido al rodeo y las carreras de perros. Ambos participaron recientemente en el Encuentro Nacional del Agro 2025 (ENAGRO), donde manifestaron apoyo explícito al rodeo. En el caso de Johannes Kaiser, la situación es aún más clara: ha votado en contra de la prohibición de las carreras de perros y se ha declarado abiertamente contrario al animalismo, reafirmando una postura ideológica antagónica hacia cualquier avance en protección animal y el medio ambiente.

Franco Parisi, que en esta elección no ha tomado posición, arrastra antecedentes complejos de su campaña anterior: considera el rodeo como parte de la cultura, pero está en contra de las carreras de perros, calificándolas como abuso. Un posicionamiento inconsistente que no se ha actualizado esta elección, pero que no sorprendería que cambie, dado su trayectoria populista y que hoy algunos de sus seguidores lo denominan como presidente "animalista", solo por incluir propuestas relacionadas a animales de compañía.

Por su parte, el candidato independiente Harold Mayne-Nicholls no menciona a los animales en su programa presidencial, ni aborda el rodeo o las carreras de perros. No obstante, este año asistió al Champion de Chile, afirmando que en el rodeo "se rescatan las tradiciones chilenas y los valores propios de nuestra cultura", una posición que evidencia la falta de claridad programática que ha marcado su campaña, pues resulta despreciable que torturar a animales indefensos sea considerado un valor patrio.

En la izquierda, ninguno de los tres candidatos (Jeannette Jara, MEO y Eduardo Artés) ha tomado posición clara en esta campaña, pese a que MEO y Artés han manifestado rechazo a estas actividades en elecciones anteriores. En el caso de Jeannette Jara, el silencio resulta especialmente llamativo: el Partido Comunista ha votado históricamente en favor de prohibir tanto el rodeo como las carreras de perros. Omitir este tema hoy solo puede interpretarse como un cálculo electoral para no incomodar al voto rural, como si esa fuera la única forma de llegar a ese electorado.

La señal es inequívoca: la defensa de los animales se ha convertido en una ficha negociable dentro del denominado "progresismo", pues en la retina de todos queda que en el proceso constituyente de 2021-2022 este sector político era el que más defendía posiciones de vanguardia sobre la materia, y hoy las abandona estrepitosamente.

En resumen, ningún candidato asume la discusión de forma frontal en estas elecciones. Los candidatos más conservadores lo evitan en sus programas, pero dan gestos de apoyo. Los progresistas, en cambio, lo silencian deliberadamente para no alejarse de un votante hipotético del mundo rural. 

Mientras nadie quiere incomodar a su supuesto electorado, el rodeo y las carreras de perros siguen impunes y transversalmente protegidos. Al final, este domingo quienes consideramos la causa animal una prioridad tendremos que conformarnos con votar por quien, al menos, no represente un retroceso notorio para los animales.