Incendios forestales "Estamos frente a un desastre ecológico"
Incendio Forestal | Pixabay
Durante el verano diversos siniestros afectaron la zona centro sur de nuestro país y arrasaron con la flora y fauna. Conversamos con Suzanne Wylie, directora ejecutiva de Fundación Reforestemos, sobre la importancia de los bosques y el daño que producen los incendios al medioambiente.
Este 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra. Para las Naciones Unidas este es el primer año que se conmemora dentro del ´Decenio de la ONU para la Restauración de los Ecosistemas´. Estos sustentan todas las formas de vida de la Tierra y de ellos depende directamente la salud del planeta y sus habitantes. "Restaurar aquellos ecosistemas que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero sólo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte", destacan desde la organización.
Incendios forestales
En nuestro país los incendios forestales afectan miles de hectáreas de bosques, matorrales, pastizales y todo lo que habita en ellos. Es muy necesario y urgente que todos participemos evitando que ocurran. "Un incendio forestal es un fuego que, cualquiera sea su origen y con peligro o daño a las personas, la propiedad o el ambiente, se propaga sin control en terrenos rurales, a través de vegetación leñosa, arbustiva o herbácea, viva o muerta. Es decir, es un fuego injustificado y descontrolado en el cual los combustibles son vegetales y que, en su propagación, puede destruir todo lo que encuentre a su paso. El 99,7% de los incendios se inician ya sea por descuidos o negligencias en la manipulación de fuentes de calor, o por prácticas agrícolas o por intencionalidad, originada en motivaciones de distinto tipo, incluso la delictiva", mencionan desde la Corporación Nacional Forestal (CONAF).
Un daño irreversible
Sobre los daños ocasionados por los incendios forestales registrados a comienzos de año en nuestro país, Suzanne Wylie, directora ejecutiva de Fundación Reforestemos, dice que "para realizar un catastro medioambiental, se requiere de data que aún estamos levantando, sin embargo, nos atrevemos a decir que estamos frente a un desastre ecológico para el país. Y es que estos siniestros, cada vez más extensos, más voraces y destructivos, ocasionan un daño irreversible en nuestro medioambiente. Algunos visibles -como la destrucción de nuestros bosques y fauna- y otros que son difícil de percatar, como la liberación de enormes cantidades de CO2 a la atmósfera, la pérdida del suelo fértil, el avance de la erosión, la alteración del ciclo hidrológico, entre otros".
A marzo de 2023, esta temporada se ha transformado en la segunda más destructiva en la historia del país. Con más de 438 mil hectáreas consumidas, mientras que en el periodo 2016-2017, que ha sido el con más incendios, se quemaron 601 mil.
La importancia de los bosques nativos
La directora ejecutiva de Fundación Reforestemos, menciona que "un bosque es mucho más que esas enormes extensiones de árboles que llegan más allá de la vista. Cubren poco más del 30% de la superficie terrestre mundial, sin embargo, son el hábitat de la gran mayoría de las especies de plantas y animales terrestres conocidas por la ciencia", además, destaca las siguientes características:
-Los árboles almacenan dióxido de carbono: Esta es la razón del por qué, una vez talados, liberan gases que se convierten en una amenaza directa para el calentamiento global, ya que ese carbono regresa a la atmósfera. Y no es poco. Los árboles, están compuestos de carbono en un 50%, lo que los convierten en una de las maneras más simples y eficaces de combatir el cambio climático. En nuestro país, por ejemplo, el bosque nativo retira 65 millones de toneladas de CO2 equivalentes al año, de acuerdo con las cifras oficiales del Inventario de Gases de Efecto Invernadero en Chile.
-Los bosques protegen la biodiversidad: Son los encargados de albergar el 80% de la biodiversidad terrestre del mundo. Se trata de redes complejas de organismos que incluyen plantas, animales, hongos y bacterias. Sin bosques, estos organismos no pueden sobrevivir, y por eso actualmente hay tantas especies en riesgo de extinción.
-Los bosques nativos limpian y purifican el agua: Al capturar y almacenar líquidos, pueden desempeñar una función importante en el suministro de agua potable. Gracias a sus raíces, funcionan como canales naturales para recargar las fuentes subterráneas, lo que también ayuda a la reducción de riesgos en desastres provocados por exceso de líquido, como desprendimientos de tierra e inundaciones.
-La deforestación es la segunda causa de cambio climático en el mundo: La mayoría de la gente cree que el calentamiento del planeta obedece a la combustión de petróleo y gas. Sin embargo, en realidad, la deforestación emite del 25 al 30% de los gases que crean el efecto invernadero. ¿En qué se traducen estos números? En unos 600 millones de toneladas de gases liberados todos los años, según cifras de la FAO.
Bosque nativo vs plantación forestal
Los bosques nativos, es decir, aquellos formados por especies autóctonas provenientes de generación natural, sin intervención de terceros, abarcan 14,41 millones de hectáreas y se subdividen en distintos tipos según ubicación y especies predominantes. En Chile se pueden encontrar cerca de 5.000 especies nativas, cifra que, en comparación con países vecinos, pareciera ser menor. Sin embargo, nuestro país destaca por ser el que presenta el porcentaje más alto de especies endémicas. ¿Qué quiere decir esto? Que son árboles que habitan exclusivamente en Chile.
Las plantaciones forestales, en cambio, corresponden a aquellos bosques que se han originado a través de la plantación de árboles de una misma especie o combinaciones con otras, efectuadas por el ser humano. Actualmente, las plantaciones forestales cubren una superficie aproximada de 3,11 millones de hectáreas, equivalentes al 17,27% del total de bosques de Chile, según la actualización del Catastro de los Recursos Vegetacionales Nativos de Chile (CONAF, Julio 2021). Aproximadamente, el 60% de esta superficie corresponde a pino radiata, el 33% a especies del género eucalipto y el resto a otras especies, tales como, átriplex, tamarugo y pino oregón. Las plantaciones se encuentran localizadas principalmente entre las regiones de O’Higgins y Los Lagos.
¿Son estas últimas un riesgo para los bosques nativos?
Como Reforestemos, creemos que es posible la convivencia entre plantaciones y bosques. Para esto, es necesario evaluar las áreas dedicadas para cada tipo de vegetación. Es clave que exista un manejo responsable de la tierra, que no implique el desplazamiento o eliminación del bosque nativo. Para lograr esto, es prioridad trabajar en el ordenamiento territorial de nuestro país, o sea, definir qué se debe hacer y donde en cada territorio. Si este no existe, se pueden generar sinergias negativas que permiten una rápida propagación de los incendios o que generan altas tasas de combustible en puntos críticos. Sin embargo, sabemos que el trabajo de ordenamiento de los territorios y replanteamiento de los sectores productivos son un desafío de largo plazo, por lo que hoy día lo más urgente es invertir en planes de prevención y protección de nuestros bosques, trabajar en implementar políticas públicas y estrategias de planificación territorial, que prioricen los ecosistemas y eduquen a la ciudadanía.
Flora y fauna
La zona centro sur del país fue sumamente afectada por incendios forestales. "Esta zona de Chile destaca por tener una alta cantidad de flora y fauna nativa, siendo considerada como ‘hotspot’ de biodiversidad mediterránea. Es decir, habita en ella una gran riqueza de especies, las que, a su vez, se encuentran en amenaza. El Bosque Esclerófilo y el Bosque Maulino, ambos ecosistemas que se caracterizan por su alto nivel de conservación -debido a los árboles endémicos que habitan en estos- son los grandes pulmones verdes afectados por esta tragedia. Especies como el quillay, hualo, peumo, litre, boldo, belloto del Norte, maitén y palma chilena, son las que predominan en estas zonas. Además, en el Bosque Maulino habitan especies que se encuentran en problemas de conservación, tales como el ruil, pitao y queule", explica Suzanne Wylie.
¿Qué acciones se deben tomar para reforestar esos terrenos?
Como Reforestemos, nos encontramos realizando un catastro y levantamiento de las zonas afectadas para poder medir el grado de daño y evaluar sus suelos, y así activar un plan de restauración nativa según cada caso. Sin embargo, es importante señalar que muchas de las superficies que se vieron afectadas por los incendios van a tener regeneración de sus cubiertas vegetales, ya que en su composición especies que cuentan con mecanismos evolutivos con estrategias para regenerar después de incendios. Además, estamos monitoreando los sectores de nuestros pequeños propietarios -quienes en su mayoría dependen directamente del manejo sustentable del bosque nativo- para ejecutar rápidamente acciones de recuperación en el caso de ser necesario, y de los grandes proyectos de reforestación que hemos realizado en ese sector del país.
¿Es necesario hacer un diagnóstico para la restauración nativa?
Según nuestra experiencia recuperando ecosistemas hace más de 10 años, tanto en la Patagonia, la zona centro sur, en la Araucanía Andina, Argentina y Perú, en el primer año se debe levantar el diagnóstico de los daños, para así poder gestionar un diseño de proyecto de restauración nativa para realizar acciones concretas y eficientes para la recuperación de los bosques, como reforestación, control de especies exóticas, perchas para aves, etc.
-Para la restauración de hábitats quemados es importante conocer el contenido y la distribución espacial de nutrientes en el suelo porque esto puede actuar como un factor limitante para la recuperación de la vegetación. Las reservas de carbono y nitrógeno en el suelo han sido reconocidas como fundamentales para la recuperación de la vegetación después de un incendio.
-Para promover la acumulación y retención de nutrientes en el suelo después de un incendio, es importante estabilizar el sitio quemado mediante la aplicación de medidas posteriores al incendio que limiten la erosión del suelo, la escorrentía superficial y la pérdida de ceniza por el viento.
-La recuperación de los suelos es variable, va a depender de la intensidad del incendio, las condiciones geográficas, el clima, el material mismo del cual se compone y de la vegetación. Solo para ejemplificar, el suelo que se pierda por erosión sólo se recupera en escala geológica, en cambio, las propiedades nutricionales y la materia orgánica va a depender de la recuperación del ecosistema mismo, probablemente en plazo que pueden superar los 10 años.
Fundación Reforestemos
Tras el último gran incendio ocurrido en el Parque Nacional Torres del Paine, en diciembre de 2011, nace Fundación Reforestemos, bajo el nombre de Reforestemos Patagonia, iniciativa que buscaba gestionar, con el apoyo público y privado, acciones que contribuyeran con el cuidado, la recuperación y valorización de áreas silvestres protegidas en la Patagonia chilena, uno de los principales patrimonios naturales del mundo. "Si bien este proyecto surgió como una campaña ciudadana, luego de los trágicos incendios forestales del año 2017, vivimos un proceso de expansión, donde definimos nuestra nueva identidad como Fundación Reforestemos, para así ocuparnos de la gran tarea de restaurar otras zonas dañadas del país por los catastróficos incendios. En nuestros más de 10 años, hemos logrado implementar un plan de trabajo integral, donde la reforestación es parte de un ciclo que se inicia por medio de la educación ambiental, seguido de la protección de áreas de alto valor ecológico, la prevención de incendios forestales, la germinación de nuevas especies y finalmente la plantación de nuevos árboles nativos", dice Suzanne Wylie, directora ejecutiva de Fundación Reforestemos.
Hoy en día, han contribuido con la plantación de más un millón de árboles nativos en 11 regiones del país, gracias al apoyo de más de 5.000 voluntarios y más de 600 empresas. Además, están viviendo un proceso de expansión con proyectos en Argentina y Perú.
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Este nuevo beneficio es parte de la robusta oferta de valor que otorga la entidad a sus equipos y que incluye también la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y el aumento del ingreso mínimo a 1.030.000, más del doble del legal.