Rita: La paloma rescatada que "trabaja" en una librería
Paloma Rita | Cuca Jensen
En nuestra edición anterior entrevistamos a Francisca Silva, ilustradora del libro "Los Invisibles", durante nuestra videollamada apareció una palomita. Esta vez fuimos a la librería para conocer su historia.
Francisca Silva es creadora, junto a Alejandro, su marido, del proyecto Alapa, una librería física especializada en literatura infantil y juvenil, que además es un espacio de talleres, encuentros y fiestas gratuitas para la comunidad. En este lugar trabaja acompañada por sus perros Tito, Estela y la paloma Rita.
Hace 10 años comenzó a rescatar aves que se caen de los nidos junto a su marido. Siempre que ven alguna con sus patitas enredadas en hilos y pelos hacen todo lo posible por agarrarla y ayudarla. Las palomitas son especies que caminan mucho, están propensas de enredarse con todo, y lamentablemente se les llegan a mutilar sus dedos y patas por este motivo. Es su perrita Estela la encargada de avisarle cuando hay una en peligro, fue así como conoció a Rita. "La rescatamos en noviembre de 2021, la encontramos en un edificio frente a la librería (Escandinavia, Las Condes). La Estela se detuvo, olfateó y me avisó. Rita estaba petrificada en una esquina, tenía una herida muy fea en el cuello y en el ojo. Pensé que había sido por una caída, pero cuando la revisó la veterinaria, la doctora Amparo Hidalgo, especialista en aves y pro palomas, me explicó que no se le había desarrollado el globo ocular y que era ciega por un ojo, además había sufrido un golpe muy feo. En ese momento dije no la voy a liberar, pensando en que las palomas son lentas en reaccionar y emprender el vuelo, decidí adoptarla".
Inmediamente la improntó. "Esto es cuando el animal se acostumbra a estar con los humanos y no le tiene miedo ni a perros ni gatos. Cuando uno rescata un ave que vas a liberar hay que tratar de tener el menor contacto afectivo, que no vea gatos, perros, a los depredadores, a los humanos, que no tienda a subirse, porque lo va a querer hacer en su hábitat, por eso hay que evitarlo", explica.
¿Cómo te relacionas con una paloma?
Nosotros habíamos rescatado a Tico Tico, otra ave que estuvo dos años con nosotros. Vivía en nuestra casa, venía a la librería, hasta que un día emprendió el vuelo, a buscar su hembra, por lo que ya estamos habituados a convivir con un ave. La adoptamos, alimentamos y curamos, a los dos meses tenía bien su herida y su ojito de a poco se empezó a cerrar, aunque cada cierto tiempo tenemos que hacerle controles.
¿Cómo es el día a día con Rita?
Duerme en una cajita transportadora en nuestra pieza, es como una guagua. Como todo animal tiene su rutina, se levanta con nosotros a las 7 de la mañana y se acurruca con Alejandro, mi marido, que es como su palomo, lo comparto (ríe). A ella le encanta quedarse un rato regaloneando con él, a veces se baña, se moja con el rocío de la ducha o con una fuente que le ponemos. Ella da indicios de que quiere bañarse y uno le pone agua. Luego la alimento, come una variedad de semillas, la Rita es mañosa, selectiva, pero tiene una alimentación balanceada. Partimos a la librería, la tomamos, la ponemos en su cajita y acá también tiene su rutina, está al lado del Alejandro, cuando subimos a almorzar, ella también viene, sube volando, a veces baja la escalera y se escucha tuc, tuc, se sientes sus patitas, es demasiado tierna. Se posa en los libros, toma sol, mira a las otras palomas. A veces sale de la librería, también hemos ido con ella a una plaza, nunca ha intentado volar, camina en el pasto, pero está pendiente de nosotros, es súper dependiente.
¿Qué otros gustos tiene?
Le gusta estar en la cocina, mientras cocinamos ella está comiendo sus semillas y las tira para todos lados. Estar acurrucada en algún hombro, le encanta estar acompañada. Cuando viene a la librería toma sol, mira a las palomas y la vienen a ver. Lo lindo de tener a la Rita acá es poder enseñar a la gente sobre ella. Algunos nos manifiestan que les ha cambiado su percepción de las palomas después de conocerla. Viene gente a visitarla, siempre digo que me pregunten antes porque Rita trabaja 10 días acá por el tema de sus huevitos (como es hembra pone dos huevitos no fecundados al mes. Tiene un ciclo de 20 días de postura, los otros 10 días restantes son de descanso y es cuando trabaja en la librería). Hay niños que vienen y le traen dibujos o regalitos, es muy bonito y lo valoro un montón, me encanta que digan que les ha cambiado la percepción que tienen de las palomas.
¿Ella se manifiesta cuando está contenta?
Sí, juega. Hace un baile cuando está contenta, a veces está enojada o sentida cuando ha quedado sola muchas horas, ella se siente y te lo demuestra, te ignora, de la peor manera. Si tiene onda con alguien se le posa en la cabeza o en el hombro y eso significa que se siente a gusto.
¿Cómo es su personalidad?
Tiene un carácter dulce, cariñosa, buena compañera, es muy tierna con Alejandro. Es impresionante lo dulce que es, lo busca, se acurruca, le gusta meterse adentro de la cama, es como un gato regalón, te exige que le hagas cariño en la cabeza. Es curiosa, si estamos trabajando en algo está al lado, toma las cosas. Las aves son sensibles, uno se impresiona cuando vive con una, cuando tienes esta relación de afecto, no con un ave ornamental como un canario. Hay días que son buenos para ella, otros no tanto.
No se asusta cuando entra gente a la librería...
No. Si está en el segundo piso y nosotros estamos abajo, le avisamos a la gente que ella puede bajar. Aparece, y las palomas no se caracterizan por aterrizar de manera tan elegante, cae (ríe) puede ser encima de uno o te pasa a llevar con el ala. Igual la gente se impacta, porque a la Rita le da lo mismo que haya alguien. Tampoco le tiene miedo a los perros, así que si entra alguien con un perro le advertimos y si vemos que está muy ansioso dejamos a la Rita en una camita que tiene al lado del computador de Alejandro, nunca la ponemos en riesgo.
En la librería también están tus perros Tito y Estela ¿Cómo es su relación con ellos?
Ellos están habituados. Si la Rita camina en línea recta y está el Tito acostado, no se hace problema, pasa por arriba, y él no le hace nada. La Estela se mueve, la evita. La Rita se defiende, las palomas tienen un carácter fuerte, tiran aletazos. También tengo dos gatos (Sábado y Romané) y no hay problema, ellos le tienen miedo (ríe).
Rescate de palomas
Francisca destaca que le sorprende la fuerza que se genera con la voluntad por ayudar un ave desvalida. "Se construye orgánicamente una red de personas tan solidarias, atentas, compasivas, generosas con su tiempo, y en algunos casos, también se han transformado en amigos. Incluso gracias al Instagram de Rita, he conocido grandes personas como Manuel, quien junto a Amparo ayudan a las aves de su comunidad y otras que reciben en su hogar. También a Paola, una chilena radicada en Austria, y cuando vino a Chile, nos conocimos. Ella vive con Fran, una paloma rescatada en tierras alemanas. Y desde ese día que nos conocimos, nos volvimos amigas, siempre hablamos, y nos apoyamos entre los que vivimos con nuestros rescates o experiencias (buenas y negativas), sobre todo cuando nos agreden verbalmente cuando alimentamos las palomas en las calles. ¡Nos alentamos! y nos liberamos de los prejuicios que las personas nos dicen. Tristemente se viven malos ratos... y uno intenta hacer esto un poco a escondidas para no exponer a las palomitas a acciones que las perjudiquen más. Por redes sociales la comunidad palomera de cada país nos tiramos mucha buena onda y apoyo, las palomitas cargan con tanto maltrato y prejuicios que por supuesto que a uno le afecta".
¿Falta empatía?
Cuando veas a alguien contento haciendo algo, ya sea alimentando o dando agua a una paloma, a un perro, o cualquier otro animal necesitado... sea cual sea su especie, yo me pregunto qué sentido tiene que las personas quieran agredir verbalmente a quien lo está haciendo. Ciertamente estas situaciones no solo se pueden leer como una desvinculación con el entorno, la nula empatía por una especie que intenta sobrevivir. La situación ya es triste pero que además agredan a quien está contento haciendo algo por las palomitas, en mi caso o de otras personas. Las palomitas viven siendo agredidas, se les somete a todo tipo de maltrato, no solo tildándolas de ratas voladoras, de plagas. Esto no es cierto, ellas no han causado un perjuicio o daño económico ni de salud que haya despertado una alarma, no han provocado pandemias, y tampoco hay registro de enfermedad o muerte atribuida de una paloma bravía (especie en ciudades) a un humano. Todo espacio que esté con suciedad por heces, cual sea, de paloma, humano, perros, debe gestionarse con acciones concretas de limpieza, pero no erradicación con la muerte, ni cargándolas con mitos de sucias, plagas o propagadoras de enfermedades. Ellas están porque las hemos hecho parte de nuestra historia. Las criamos, domesticamos, abandónanos y ahí están, sobreviviendo ante todo pronóstico.
Finalmente, Francisca destaca que vivir con una palomita es una gran experiencia, "son grandes compañeras, cariñosas, divertidas, cada día uno se sorprende de todas sus capacidades y tremenda destreza. Cómo te demuestran su cariño y se alegran de verte. Como con todo animal, con el que uno decide adoptar, conlleva responsabilidad y todos los días hay que tener atención en su cuidado, aseo, contención, controles al veterinario, alimentos adecuados, muchísimo cariño y comunicación. Aprender del lenguaje palomístico, ha sido toda una aventura y conocer a personas que estén en la misma sintonía, también lo es. Una ruta que espero en Chile, vaya sumando a más personas involucradas, sobre todo con su bienestar y por supuesto, defensa. Involucrar la voluntad con fuerza y convicción, ser su voz frente a este mundo que se torna cada vez más depredador. Esperando que estas acciones causen un efecto positivo, y que más personas se animen a adoptarlas. Evidente que cuando uno rescata hace todo lo posible para que sea adoptada, de lo contrario se libera en su lugar de origen o se busca un lugar seguro para que logre vivir más tiempo de lo que se estima".
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