Perros y Gatos

Accidente cerebrovascular en perros y gatos: Todo lo que necesitas saber

ACV en perros | Jnegrets en Pexels

Si a tu perro se le paraliza la mitad del cuerpo, mueve de manera extraña los ojos y la cabeza, pierde la coordinación o sufre convulsiones, podría estar sufriendo un ACV.

Javier Green, director médico de Sedivet y director de la unidad de neurocirugía de Neurovet explica que un Accidente cerebrovascular (ACV) es un trastorno de la irrigación del cerebro. "En general, son de dos tipos: uno donde la arteria se tapa (ACV Isquémico) y el otro es donde la arteria se rompe y existe una hemorragia y hay un sangrado (ACV Hemorrágico)".

Los accidentes cerebrovasculares ocurren de manera espontánea. En la mayoría de los casos existen comorbilidades o patologías anexas que predisponen a que un ACV pueda ocurrir. "Al igual que en el ser humano, la hipertensión sostenida en el tiempo tiene riesgos de accidente cerebrovascular, al igual que algunas enfermedades endocrinas, como la enfermedad de Cushing. Malformaciones congénitas vasculares, donde el paciente presenta una malformación de un vaso sanguíneo, donde podría romperse en alguna etapa de la vida, esto asociado, por ejemplo, a un aumento de la presión arterial", destaca. 

Dr. Javier Green Sedivet

¿Cuál es el ACV más frecuente?

Entre el accidente isquémico, que es el que se tapa la arteria, y el que se rompe, que es la hemorragia, son mucho más frecuentes los isquémicos. Así también, en nuestra casuística lo vemos más frecuente en perros que en gatos, a pesar de que se describen en los dos. Uno de los accidentes cerebrovasculares más comunes en perros es en el cerebelo, los pacientes pierden la coordinación, se caen hacia un lado, se les inclina la cabeza, se les mueven los ojitos. Todo de aparición brusca, porque un área del cerebelo que controla los movimientos usualmente queda sin funcionar. La mayoría de las veces no son patologías que duelan, sino que la gente se percata porque se altera la función neurológica de sus animales.

Perros y gatos

Los ACV afectan a perros, gatos y en los últimos años ha aumentado su diagnóstico. "Antes no teníamos las herramientas ni el expertise para su diagnóstico. Hace unos años tenemos disponible la resonancia magnética, sabemos mejor cómo reconocerlos o sospecharlos clínicamente. Hoy día no es extraño escuchar que alguien te pueda comentar que su perro o gato tuvo un accidente cerebrovascular", dice el Dr. Green.

Pacientes geriátricos

Debido a que algunas enfermedades crónicas pueden afectar el sistema vascular, "los ACV suelen afectar a pacientes un poco mayores, similar a lo que ocurre en seres humanos. Si bien, todavía hay mucho que investigar acerca de los accidentes vasculares en animales y de cómo se relacionan en detalle con otras patologías, ya estamos preparados para sospechar y diagnosticar más precozmente".   

Cómo identificarlos

Los accidentes cerebrovasculares se caracterizan por ser de presentación muy aguda. El director médico Sedivet menciona que los signos aparecen de repente y éstos dependen de la zona dónde haya ocurrido el accidente vascular. "El cerebro es una estructura que recibe sangre en toda su extensión, por lo tanto, distintas arterias irrigan sangre a distintas partes del cerebro, cerebelo y del tronco encefálico. Dependiendo de la zona que se queda sin irrigación o que se dañe por una hemorragia que comprima, son los signos clínicos que van a aparecer. Por ejemplo, si tú tienes un accidente cerebrovascular en el lóbulo frontal, los signos son distintos que en el tronco encefálico. Pero los signos se caracterizan porque son de aparición súbita, rápida, como una convulsión, un paciente que se cae y no puede caminar, un paciente al que se le paraliza una parte de la cara, pierde el equilibrio, etc.".

ACV en gatos Sura en Pexels

¿Cómo debemos reaccionar frente a estos signos?

Si estás en tu casa o paseando a tu perro y aparecen este tipo de signos de manera repentina, lo más adecuado es que vayas de inmediato al veterinario para que te oriente de acuerdo con la signología del paciente en ese momento. Porque tras un accidente vascular podrías volver a la casa con tu mascota, lo podrían dejar en el hospital para observar o podría quedar en la UCI. ¿Por qué? Porque si el accidente ocurre en un área con funciones más importantes, el paciente no solo podría tener dificultad para moverse, sino también para respirar, tragar, mover la lengua, entre otros.

Diagnóstico 

Para detectar un ACV es importante acudir al médico veterinario, porque "cuando tú te enfrentas a un paciente que tiene una enfermedad neurológica, lo que caracteriza esta enfermedad son los signos clínicos, éstos te ayudan a identificar el sitio de la lesión. Luego de ello debes determinar si puede ser un accidente vascular, un tumor, un golpe. Como médicos debemos analizar el resto de la información, la historia del paciente, si le pasó algo, si se golpeó o no, si tiene alguna enfermedad concomitante, si esto había ocurrido antes o si realmente apareció brusco o fue de a poco. Toda esa información es lo que finalmente te orienta a identificar cuáles son los diagnósticos diferenciales más probables", explica el Dr. Javier Green.

Agrega que, tras el examen clínico, el veterinario de emergencia lo revisa, identifica algunos puntos y se apoya de la evaluación de un especialista que haga neurología. "Cuando tú tienes claro cuál es el sitio de la lesión y cuáles son tus probables diagnósticos, en la mayoría de los casos lo que más ayuda es una resonancia magnética. Eso te ayuda a identificar el área dañada y te permite definir cuál es el diagnóstico, porque puedes confirmar que los signos no están relacionados a un tumor, sino que el paciente tuvo un accidente vascular o es un proceso inflamatorio originado por el sistema inmunológico, por ejemplo. Entonces, es muy importante tener un plan diagnóstico". 

Tratamiento

Una vez que se tiene el diagnóstico, el accidente vascular no se trata directamente en los animales. "Le damos el soporte para que esa área dañada vaya mejorando. La fortuna que tenemos es que algunos de los accidentes están en lugares que no son tan importantes funcionalmente y el paciente se va recuperando rápidamente. Lo más importante es entender si hay otra patología asociada que tengas que tratar primariamente para evitar que esto vuelva a suceder. En los casos que son más graves, donde el paciente queda hospitalizado, tienes que manejar con fluidos para que el cerebro esté bien irrigado, manejar la presión arterial y hacer un manejo más sistémico. Pero hoy día no hacemos manejo directo del accidente vascular, a no ser que esté asociado a una hemorragia que se ubique entre el cráneo y el cerebro, que debamos operar para descomprimirla. Por eso es tan importante identificar cuál es el punto original o cuáles son las posibles causas de estos accidentes vasculares. Y entre eso, obviamente, se analiza la coagulación, las plaquetas. Si el paciente tiene una enfermedad endocrina la tratas. En el fondo el tratamiento es bastante más integral que algo tan puntual", menciona. 

Terapia física

Los pacientes pueden presentar múltiples signos clínicos, y cuando existe un trastorno para desplazarse, puedes apoyarlos con terapia física. "Cuando uno habla de accidente cerebrovascular se está refiriendo solo al cerebro. Pero también existen las mielopatías isquémicas, ósea accidentes vasculares donde un área de la médula espinal queda sin irrigación bruscamente. En esos casos, el paciente, comúnmente perros, puede perder la movilidad de una (monoplejía) o más extremidades (hemiplejia o paraplejia). En estos pacientes es fundamental la terapia física para que haya una mejor rehabilitación", destaca.

ACV en perros Pexels

Secuelas 

El director de la unidad de neurocirugía de Neurovet explica que "cuando hay lesiones en la corteza cerebral, un paciente podría caminar en círculos, como también presentar convulsiones. En este último caso, es posible que necesite tomar anticonvulsivantes durante toda la vida, debido al daño ocurrido en el tejido cerebral. Cuando la lesión ocurre en el cerebelo, un paciente puede presentar una  inclinación de la cabeza, incoordinación y movimientos de los ojos, que en un inicio son signos marcados, pero afortunadamente, en la mayoría de estos casos, tienden a tener mejoras en un corto a mediano plazo. Algunos pacientes que tenemos con diagnóstico de ACV se recuperan completamente. Todo depende del área afectada, del trabajo y constancia". 

El médico veterinario menciona que "lo más importante es tener un plan de diagnóstico, para poder llegar a determinar la causa de los signos. Posteriormente un plan terapéutico, en el sentido de que en medicina veterinaria ya no está el concepto de que te doy una receta y te vas para la casa y no te vuelvo a ver. Es muy importante que hagamos un seguimiento de estos pacientes, se citan a controles, se van evaluando. Trabajamos en conjunto con el fisioterapeuta y otros especialistas como por ejemplo en endocrinología y en nefrología. Afortunadamente, hoy en día, en la medicina veterinaria hemos aprendido a trabajar en equipo y eso es muy, muy beneficioso para un paciente".

¿Hay alguna forma de prevenirlos? 

En estricto rigor se podría decir que sí podemos influir, ya que diagnosticando las patologías que predisponen a estas enfermedades y tratarlas en forma temprana, puede disminuir la probabilidad de existencia de accidentes cerebrovasculares asociados a esas patologías. Entonces, en ese caso deberíamos decir que es importante la medicina preventiva, que en medicina veterinaria está siendo más frecuente. Es decir, que los pacientes se hagan exámenes una vez al año de manera rutinaria, que cada vez que el paciente asiste para su vacunación, no sólo se vacune, sino que haya una evaluación. Y si el médico veterinario en ese momento le llama la atención algún signo que el tutor a lo mejor pasó desapercibido, empezar a investigar en ese momento de qué se trata.

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