Actualidad Animal

Fin de año y bienestar animal

Las fiestas de fin de año conllevan una serie de estímulos de diferentes tipos, tales como luces, ruidos, aglomeraciones y comidas y bebidas festivas. En general, son fechas de alegría y reunión. Sin embargo, detrás de celebraciones masivas y de espectáculos pirotécnicos, existe una realidad menos visible: el impacto que estas tradiciones tienen en el bienestar de los animales, tanto en mascotas como en fauna silvestre y animales de granja.

Gato en Navidad, Wijs Wise en Pexels
Gato en Navidad / FUENTE: Wijs Wise en Pexels

Riesgos invisibles dentro del hogar: luces, cables y adornos navideños

Los árboles de navidad y las decoraciones luminosas y llamativas pueden generar peligro de electrocución por mordedura de cables, especialmente en cachorros o gatos jóvenes. Asimismo, los adornos colgantes, cintas y guirnaldas pueden causar asfixia, obstrucciones intestinales o ahogamiento si son ingeridos o enredados durante el juego. Estos incidentes, comúnmente reportados en urgencias veterinarias durante Navidad y Año Nuevo, recuerdan la necesidad de supervisión constante y de una selección segura de elementos decorativos.

Dra. María José Ubilla / Mestizos
Dra. María José Ubilla Mestizos

Fuegos artificiales: miedo y fobia en animales domésticos

Los fuegos artificiales son uno de los elementos más estresantes de estas celebraciones para los animales. La combinación de ruidos súbitos, intensos y de espectro amplio puede representar una amenaza sensorial para perros y gatos, cuya audición es mucho más aguda que la de los humanos. La evidencia científica muestra que la sensibilidad al ruido y la fobia sonora son problemas altamente prevalentes en perros. La publicación titulada "Active and social life is associated with lower non-social fearfulness in pet dogs", publicada en Scientific Reports (Nature Publishing Group), analizó más de 9.600 perros domésticos y encontró que aproximadamente 32% presentaba sensibilidad al ruido, siendo los fuegos artificiales uno de los detonantes más comunes de reacciones de miedo intenso. Esto se traduce en temblores, hipersalivación, conductas de escape, esconderse y evitación del contacto social, lo que indica que estos estímulos no son meramente molestos, sino estresores que comprometen seriamente su bienestar emocional.

Impactos más allá de las mascotas: fauna silvestre y animales de granja

No solo los perros y gatos sufren. La fauna silvestre, incluyendo aves y pequeños mamíferos, experimenta estrés agudo, desorientación y alteraciones en sus patrones de comportamiento cuando se exponen a ruidos estruendosos y luces intensas. Estas perturbaciones pueden provocar huida, abandono de nidos y, en algunos casos, mortalidad indirecta por desorientación, entre otros efectos documentados.

De manera similar, los animales de granja pueden presentar respuestas de miedo o estrés. El ruido inesperado y la agitación pueden desencadenar escapes bruscos, lesiones o incluso interrumpir procesos fisiológicos normales, afectando su salud y la seguridad de quienes los cuidan.

Convivencia responsable

La convivencia responsable implica reconocer que las tradiciones humanas pueden tener costos biológicos y conductuales reales para otras especies. Para las mascotas, la planificación es clave: anticipar eventos ruidosos, proporcionar ambientes seguros y tranquilos dentro del hogar, y consultar a etólogos/as clínicos para manejar respuestas extremas a estímulos son formas concretas de apoyo. Esto no solo minimiza el sufrimiento, sino que también respeta la naturaleza sensorial de cada especie.

El valor del respeto interspecies

El principio de convivencia responsable con los animales refleja una ética que reconoce el respeto del bienestar animal, desde las mascotas que conviven con nosotros hasta aquellas especies que comparten nuestros entornos urbanos y rurales. Reducir el uso de pirotecnia, optar por alternativas silenciosas o revisar nuestras prácticas festivas para alinearlas con criterios de bienestar animal no solo es una cuestión de sensibilidad, sino de responsabilidad social y ecológica.