La iniciativa, presentada hace algunas semanas en el Congreso, pretende fomentar una nueva cultura de convivencia desde la infancia, promoviendo una relación más consciente entre humanos y animales. Andrés Giordano explica que el proyecto ya fue ingresado, pero enfrenta un paso clave: obtener el patrocinio del Ejecutivo, necesario para su admisibilidad debido a que contempla la creación de un reglamento a cargo del Ministerio de Educación.
"Ya hay conversaciones avanzadas con el ministro Cataldo, él está al tanto de la presentación se este proyecto y ha manifestado su disposición a apoyar el proyecto", comenta el diputado. Agrega que, la segunda alternativa, independiente de que lo anterior esté avanzando, es "corregir o apelar a la inadmisibilidad en sala, que es una circunstancia que estamos evaluando con la diputada Mix. Precisamente para que pueda ser destinado a una comisión y este debate empiece al margen del momento en que el gobierno decida".
Si bien el proceso aún requiere formalidades, el parlamentario espera que durante noviembre se subsanen los aspectos técnicos y se defina el apoyo del gobierno, lo que permitiría que la discusión se inicie en comisión.
Destaca que "este es un proyecto que no vamos a dejar morir. Queremos que avance con fuerza, por eso también nos interesa que el ministro Cataldo tenga un rol importante. Es su cartera la que debe involucrarse con harta fuerza y la idea es que se transforme en ley durante este gobierno y que no quede durmiendo el sueño de los justos como tantas otras iniciativas".
La propuesta cuenta con respaldo transversal de distintos sectores políticos y con el apoyo de organizaciones sociales y animalistas, que ven en la educación una herramienta clave para generar un cambio cultural. Enfatiza en que es importante "crear conciencia sobre la empatía, sobre el respeto hacia los animales desde los principios más básicos de la educación. Por lo tanto, eso significa inmediatamente abordar aquel momento en que niños, niñas y adolescentes están más dispuestos a tener un cambio cultural que les permita relacionarse no solo con animales, sino incluso entre ellos".
El diputado destaca además la evidencia internacional que respalda la iniciativa. "En países como Alemania, Austria o España, donde existe legislación similar, se ha demostrado que enseñar empatía y respeto hacia los animales también mejora la convivencia escolar, reduce la violencia y fortalece la autoestima de los estudiantes. Por lo tanto, además tiene un impacto positivo en la autoestima y en la forma en que los estudiantes se relacionan entre sí. Así que vamos a empujarlo con mucha fuerza".
Para Giordano, se trata de un paso necesario hacia una sociedad más compasiva y consciente. "No se trata solo de cómo tratamos a los animales, sino de cómo nos relacionamos entre nosotros. La empatía se aprende, y la escuela es el mejor lugar para hacerlo".
¿Cree que este proyecto contará con el apoyo necesario?
Sí, a diferencia de otras iniciativas, primero, diría que no choca culturalmente incluso con los sectores más conservadores del Congreso. Segundo, existe experiencia como evidencia empírica de que esto le hace muy bien a las comunidades educativas y que le hace muy bien a las sociedades. Por lo tanto, no debiésemos tener una resistencia infundada. Además, esperaría que de a poco se vaya aumentando la transversalidad de parlamentarios de distinto color político que hoy día están disponibles para hacer esta conversación y apoyar una iniciativa como esta.
Eliana Albasetti, activista por los derechos de los animales y fundadora del Santuario Empatía, enfatiza en que, "la empatía no es un contenido más: es una herramienta para transformar la forma en que habitamos el mundo. Cuando un niño aprende a mirar a un animal como un ser con intereses propios, no como un objeto también aprende a relacionarse mejor con sus compañeros, con su entorno y consigo mismo. Este proyecto no busca cambiar a los niños; busca proteger esa empatía natural que ya traen, antes de que la sociedad se las apague. Incluir la empatía y el respeto hacia los animales en la educación no es un lujo ni una moda: es una necesidad urgente para construir una sociedad menos violenta, más consciente y justa para todos los seres que la habitan".