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Día Mundial del Chimpancé: Celebramos 65 años desde que Jane Goodall cambió la forma entender a los animales y a nosotros mismos

Jane Goodall y chimpancés | Hugo Van Lawick

Gracias a los revolucionarios descubrimientos de Jane Goodall, desde hace décadas, sabemos que los chimpancés muestran amor, dolor, juegan,resuelven conflictos, igual que los humanos.

Cada 14 de julio celebramos el Día Mundial del Chimpancé, en honor al día en que Jane Goodall llegó por primera vez al Parque Nacional Gombe, en Tanzania. Este hito marcó el inicio de una transformación profunda sobre nuestras concepciones de los animales y los seres humanos.

Posiblemente has oído hablar de lo mucho que nos parecemos a los chimpancés. Sin embargo, años atrás, esto eran solo teorías. Con el arribo de Jane Goodall a África, comenzó un proceso de documentación empírico que desafió la idea de que solo los humanos tenemos inteligencia, emociones profundas y habilidades sociales.

Un antes y un después

A inicios del siglo XX, la visión científica y cultural sobre los animales, era muy distinta a la de hoy. Si bien Charles Darwin propuso que los humanos no eran una creación separada de otros seres vivos (sino parte de un proceso evolutivo) y que hay un ancestro común con otros primates, fue Jane Goodall quien documentó in situ las asombrosas capacidades de nuestros llamados "primos" evolutivos. 

Fue en 1960 cuando, con solo 26 años y sin formación científica tradicional, se introdujo en la selva de Gombe, Tanzania, y comenzó a observar a los chimpancés en libertad, con paciencia, empatía y una mente abierta. Hasta entonces, se creía que el ser humano era una especie separada del resto del reino animal. Se asumía que solo nosotros éramos capaces de fabricar herramientas, sentir emociones complejas o construir relaciones sociales profundas. Los animales eran estudiados desde la distancia, muchas veces bajo marcos que los reducían a instintos básicos y comportamientos predecibles.

Sin embargo, todo cambió cuando Jane observó a un chimpancé (que posteriormente llamaría David Greybeard) usando una rama para extraer termitas. Ese simple acto cambió para siempre la comprensión sobre lo que significa ser "humano". Con este y otros descubrimientos, poco a poco, se fueron derribando muchas de las ideas que creíamos exclusivamente humanas.

Gombe: Un símbolo vivo de ciencia y esperanza

A lo largo de más de seis décadas de investigación, se han documentado aspectos  fascinantes del comportamiento de los chimpancés, algo que invita a reflexionar sobre la delgada línea que nos separa. Estos son algunos ejemplos:

●      Se acicalan entre sí no solo para mantenerse limpios, sino como una forma de comunicación social. Este acto, conocido como grooming, fortalece vínculos, reduce el estrés y reafirma alianzas dentro del grupo.

●      Las madres cuidan a sus crías durante años, enseñándoles a alimentarse, usar herramientas y relacionarse. La crianza es cercana, paciente y profundamente afectiva.

●      Juegan, se persiguen, se hacen cosquillas y ríen. Estas conductas fortalecen la socialización y demuestran su capacidad de disfrutar y conectar.

●      Después de una pelea, se reconcilian con abrazos o acicalamientos. Valoran la armonía del grupo y actúan para preservarla, como lo hacemos los humanos.

●      Utilizan ramas, piedras y hojas como herramientas, lo que demuestra creatividad y aprendizaje. Estas habilidades se transmiten de generación en generación.

●      Gestos, miradas, sonidos y posturas forman parte de su lenguaje. Aunque no hablen como nosotros, se comunican con precisión y emoción.

●      Cuando muere un ser querido, muestran signos de tristeza, apego y duelo. Algunas madres cargan el cuerpo de sus crías durante días.

Por eso, Gombe es más que un sitio de estudio: es un símbolo de esperanza, empatía y acción. Desde ahí, Jane Goodall Institute ha desarrollado programas que combinan ciencia, educación, conservación y comunidad. Es un ejemplo vivo de cómo la investigación puede ir de la mano con la protección de la vida silvestre y el bienestar humano, demostrando que otra forma de relacionarnos con la naturaleza es posible.

"En este Día del Chimpancé, celebramos la profunda conexión que compartimos con nuestros parientes más cercanos. Los más de 65 años de investigación ininterrumpida de la Dra. Jane Goodall en Gombe nos han revelado la complejidad de su mundo y, a través de ello, nos siguen mostrando la intrínseca relación que tenemos todos los seres vivos que coexistimos en este planeta", menciona Alexandra Guerra, Directora Ejecutiva de la Fundación Jane Goodall Institute Chile.

Un legado que trasciende continentes

El ejemplo de Jane Goodall ha cruzado fronteras y disciplinas, inspirando no solo el avance en el estudio del comportamiento de los primates, sino también una transformación profunda en la forma en que concebimos nuestra relación con el resto de los seres vivos y el medio ambiente. Su enfoque, basado en la observación paciente y la empatía, ha motivado a generaciones de científicas, educadores, comunidades y activistas a ver el conocimiento como un camino hacia la compasión.

En Chile está el Instituto Jane Goodall Chile que trabaja activamente en esto a través del programa Roots & Shoots, en el que cientos de jóvenes lideran proyectos que promueven el bienestar animal, humano y medioambiental. Al mismo tiempo, organiza el Día de la Fauna, una iniciativa que año tras año conecta a niñas, niños y adultos con la biodiversidad nativa de Chile, advirtiendo a la comunidad sobre sus amenazas y recordándonos que protegerla es también cuidar nuestra identidad y nuestro futuro.

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