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Tumores cerebrales "La cirugía puede mejorar la calidad de vida de los pacientes"

Animales y tumores cerebrales | Christafaari en Pexels

Al igual que en las personas, perros y gatos pueden desarrollar tumores cerebrales, siendo más común su aparición en animales de edad avanzada. 

Javier Green, director médico de Sedivet y director de la unidad de neurocirugía de Neurovet explica que los tumores cerebrales en animales, al igual que en medicina humana, se pueden desarrollar en el cerebro y son una masa de tejido anormal, que va creciendo. Como el cerebro está dentro del cráneo y éste no se extiende, el tumor empieza a ocupar espacio y lo comprime.

Signos clínicos

Un tumor, al comprimir el cerebro, comienza a generar signos clínicos y éstos van a depender del área afectada. "Podemos imaginar el cerebro como un mapa donde hay distintas áreas con diferentes funciones. Cuando una de estas áreas se ve afectada, aparecen alteraciones de esa función. En medicina, tanto felina como canina, la mayoría de los tumores cerebrales tienden a ocurrir en la parte anterior del cerebro y al afectar esta fosa rostral, aparecen signos que tienen que ver con estas funciones del cerebro. Por ejemplo: convulsiones, trastornos de conducta como caminar sin parar y en círculos. Incluso, aunque es menos frecuente, un paciente podría tornarse agresivo o muy apático (tener interacción con el medio). En la mayoría de los casos los signos van empeorando con el tiempo", dice el doctor.

Dr. Javier Green Sedivet

Agrega que la aparición de los signos depende del tipo de tumor, ya que "a veces el cerebro tiene la capacidad de adaptarse al espacio que le va quedando. Sin embargo, cuando ya no puede hacerlo más, los signos aparecen de manera brusca. Esto a pesar de que el tumor ha ido creciendo lentamente".

Causas

El doctor explica que en la medicina oncológica se tiene evidencia de que existe un factor genético importante en la aparición de los tumores, por eso que en el caso de los perros existen algunos tipos de tumores más frecuentes en ciertas razas. "Los braquicéfalos (hocico corto), como el Bulldog francés, Bóxer, tienen predisposición a gliomas, que son tumores localizados dentro del cerebro, que nacen desde sus células (glia). En cambio, las razas que son de hocico más largo tienen mayor predisposición a la presentación de tumores que crecen desde la meninge, como los meningiomas, por ejemplo. En la mayoría de los casos los tumores suelen aparecer en edades más avanzadas, después de los seis años, teniendo una mediana de aparición cerca de los nueve años". 

Perro Braquicéfalo Felipe Santt en Pexels

Cómo identificarlos

El tutor llega a la consulta porque su perro o gato ha presentado signos neurológicos como convulsiones, trastornos de la marcha o conductuales. "El veterinario es el encargado de identificar en qué lugar podría estar ubicada la lesión y qué es lo que le está sucediendo. Normalmente el veterinario se apoya en un especialista en neurología, quién luego de examinar al paciente, determina el sitio de la lesión y establece los diagnósticos diferenciales (posibles diagnósticos). Con esa tarea hecha, se realizan exámenes complementarios: sangre e imágenes. Acá las imágenes son fundamentales y la más importante, denominada el "gold standard" en el diagnóstico de enfermedades cerebrales, es la resonancia magnética", explica Javier Green. 

Resonancia magnética

La resonancia magnética permite analizar en detalle los tejidos blandos, y es la imagen de elección en el estudio del tejido nervioso. "En el cerebro, muestra el tejido muy detalladamente, permitiendo observar cualquier lesión física en éste, como lo son masas tumorales, inflamación e incluso áreas de infarto. A diferencia de la tomografía computarizada (escáner), que es más eficiente para ver tejido óseo (cráneo). Entonces, con la resonancia magnética podemos ver específicamente en qué parte está, cuánto mide, de qué tejido depende. Lo más importante es que podemos evaluar la factibilidad quirúrgica", explica.

Gato Ingewallu en Pexels

Cirugía cerebral

Hoy en día, existe la posibilidad de realizar cirugía cerebral para extraer un tumor y para ello existen algunos médicos veterinarios especialistas que tienen experiencia en este tipo de cirugía. "En los últimos años es frecuente que realicemos cirugía cerebral para extraer un tumor y mejorar la calidad de vida del paciente, prolongar la vida y en algunos casos también puede ser curativa. Entonces hoy día tenemos mayor frecuencia de cirugías cerebrales que las que teníamos antes", menciona el médico veterinario.

Agrega que, "las personas le siguen teniendo mucho temor a una cirugía cerebral, igual que uno cuando te dicen que tienen que operarte el cerebro, pero los tutores están dispuestos a buscar alternativas terapéuticas para mejorar la calidad de vida del paciente, accediendo a este tipo de cirugías a pesar de los temores que esto conlleva. Años atrás, luego de diagnosticar un tumor cerebral la mayoría optaba por una terapia conservadora o incluso por la eutanasia. Además de remover el tumor, la cirugía nos permite tomar tejido para realizar una biopsia y poder clasificar con más detalle el tipo de tumor.  Esta información es relevante, para poder complementar terapéuticamente la cirugía, conocer la agresividad del tumor y la probabilidad de que vuelva a crecer. Actualmente, trabajamos con equipos multidisciplinarios, por lo que cuando la masa no se puede extraer completamente por su localización, la biopsia le entrega mucha información al oncólogo, quien nos apoya determinando si una quimioterapia sería de utilidad".

Perro senior Leandro Rossi en Pexels

Quimioterapia

La quimioterapia en animales no tiene efectos tan negativos como en el ser humano, pero desafortunadamente, pocas drogas quimioterápicas sirven para tratar tumores cerebrales. "El cerebro se defiende mucho de su entorno, por lo que pocas drogas de este tipo pueden llegar a los tumores que lo afectan. Además, en nuestro país, no tenemos acceso a radioterapia para animales que sirva para tumores cerebrales. Entonces se torna más importante todavía reducir el tamaño o extraer la masa con una cirugía y apoyarse después con un trabajo con un oncólogo, con quimioterapia o con otras drogas".

Tumores: Malignos o benignos

Hay muchas características de los tumores que hacen que sean malignos o benignos. El doctor Javier Green menciona que, "la mayoría de las veces los tumores cerebrales primarios afectan solo el cerebro, no hacen metástasis a otros órganos. Sin embargo, ocasionalmente atendemos pacientes con metástasis en el cerebro proveniente de un tumor en otra parte del cuerpo, por ejemplo, tumores mamarios. Por eso, siempre es importante estadificar a los pacientes con tumores cerebrales. En el cerebro, los tumores se comportan ocupando el espacio y produciendo un efecto de masa sobre el tejido cerebral, alterando su función y dando signos, independiente si es maligno o benigno".

Gato Kowalievska en Pexels

Animales senior

Actualmente, perros y gatos viven más, por lo que podemos enfrentarnos a enfermedades como los tumores y disfunción cognitiva senil. "Son una realidad y podemos dar alternativas terapéuticas en un número importante de ellos".

Pronóstico

En un porcentaje importante no se puede retirar completamente el tumor, ya que en el cerebro no se puede sacar tejido sano alrededor del tumor porque dañaríamos funciones importantes de éste. "Entonces, los tumores pueden volver a crecer, sin embargo, en otros casos es posible removerlos completamente. Debemos entender que la cirugía cerebral es una parte del proceso o plan terapéutico, ya que los pacientes además reciben medicamentos para controlar algunos signos clínicos, como anticonvulsivantes y corticoides para ayudar a disminuir el edema que se forma alrededor del tumor. Además, pueden recibir anexamente quimioterapia. En algunos tumores, en los que no tenemos opciones quirúrgicas, podemos también intentar quimioterapia y espero que pronto, en un futuro no lejano, podamos acceder a radioterapia".

¿Los animales pueden presentar secuelas?

Las secuelas pueden ocurrir y van a ser signos parecidos a los que tenía el paciente antes de ser operado, porque el área del sistema nervioso ya está afectada. Afortunadamente, en la mayoría de estos pacientes las secuelas son mínimas o no existen. La cirugía puede ayudar a disminuir la frecuencia convulsiva, cambiar trastornos conductuales y de alguna manera ayudar a la mascota. 

Perro braquicéfalo Pinamon en Pexels

¿Cómo debemos proceder?

En resumen, es muy importante que el proceso del diagnóstico en un paciente con un tumor cerebral se haga completo. Primero viene la aparición de los signos, el tutor consulta con un veterinario, usualmente este veterinario se apoya de un especialista en neurología. Se establecen los posibles diagnósticos y se inicia el plan diagnóstico, con exámenes complementarios, como la resonancia magnética. Posteriormente, cuando tú ya haces el diagnóstico del tumor cerebral, se recomienda la estadificación del paciente, que significa que buscas si existen otros tumores en su cuerpo. Entonces se hacen estudios de imágenes de tórax y de abdomen. ¿Por qué? Porque acá no tratamos una cabeza con un tumor, sino que tratamos a un paciente con un tumor cerebral. Y tenemos que entender claramente cuál es su estado de salud en general y cómo realmente nosotros lo podemos ayudar.

¿Podemos prevenirlos?

Cuando un paciente tiene una patología de base genética, como los tumores, por ejemplo, no puedes evitar que sucedan, pero sí puedes hacer un diagnóstico precoz y atacar cuando el tumor sea de menor tamaño. Mientras más pequeño sea, más probabilidades de éxito en una cirugía, ya que a medida que los tumores crecen, comprimen e invaden, hacen más difícil su remoción.   

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