El Colegio Médico Veterinario (Colmevet) entrega algunos tips para quienes conviven con estos animales tan especiales.
-La presentación ente ambos debe ser en calma y a distancia.
-Se recomienda tener al perro con un medio de sujeción como arnés o correa y asociar el encuentro a algo agradable como comida, juego o caricias.
-Modificar el ambiente, destinar zonas donde el gato pueda esconderse o trepar (repisas).
-Entrenar al perro con refuerzo positivo para controlar mejor las interacciones.
-No castigarlos ni forzarlos a que tengan contacto entre sí.
-Durante el proceso de adaptación es preferible no dejarlos solos sin supervisión.
Claves para reconocer el estrés en el gato
-Disminuye su actividad general (apetito, acicalamiento y exploración), pasa más tiempo escondido, juega menos.
-Sobreacicalamiento, lamer partes del cuerpo de forma compulsiva.
-Anorexia. No puede pasar más de 48 horas sin comer, si esto ocurre, llevar de inmediato a una clínica veterinaria.
-Eliminación inadecuada. Hace sus necesidades fuera de su caja de arena.
-Deja de hacer sus necesidades. Esto puede traerle problemas digestivos y urinarios.
-Agresividad. Podemos notarlo más irritable, menos tolerante a las caricias, o simplemente agresivo sin motivo.
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