Los científicos del Fish and Wildlife Service de Fort Collins, Colorado, lo clonaron a partir del ADN de otro animal que falleció hace 30 años.
La cachorra de hurón de pies negros fue bautizada como Elizabeth Ann, y es uno de los pocos ejemplares que quedan en el mundo. Nació desde el pasado 10 de diciembre de 2020, pero recién se reveló la noticia.
Elizabeth Ann nació y se está criando en una instalación de cría de hurones de patas negras, del Servicio de Pesca y Vida Silvestre en Fort Collins, Colorado. Es una copia genética de un hurón que murió en 1988, llamado Willa, y cuyos restos fueron sometidos a congelamiento.
Peter Gober, advierte que, a pesar de esa carita que tiene, hay que andar con cuidado con ella: "Un momento le estás haciendo carantoñas y al siguiente te puede arrancar un dedo de un bocado".
Agrega en una entrevista con Associated Press que “con estas técnicas, puedes básicamente congelar el tiempo y regenerar las células. Estamos lejos de poder modificarlas para darles resistencia genética, aunque eso será una posibilidad en el futuro”.
La clonación de esta especie, puede traer a la vida de nuevo a especies extintas. Ben Novak, científico principal de Revive & Restore, una organización de conservación sin fines de lucro centrada en la biotecnología que coordinó las clonaciones del hurón y un caballo salvaje de mongol, mencionó que “la biotecnología y los datos genómicos realmente pueden marcar la diferencia en el terreno con los esfuerzos de conservación”.
https://youtu.be/uPqQCTchyQQ