Hoy, 1 de julio, empieza la campaña “Julio Sin Plástico”. Consiste en desafiar a la ciudadanía a pasar 31 días sin plástico desechable.
Durante todo el mes se facilitará información, consejos y datos prácticos para ayudar a todo aquél que se proponga conseguirlo. La iniciativa arranca con un video promocional y se podrá seguir a través de redes sociales con los hashtags #JulioSinPlástico y #PasaDelPlástico.
Reducir el uso del plástico es de vital importancia en esta época. El covid-19 ha traído un aumento de los productos desechables por el miedo al contagio. Sin embargo, más de cien académicos, científicos y doctores de 18 países, incluidos virólogos, epidemiólogos, biólogos, químicos y médicos, han firmado una declaración afirmando que es seguro utilizar productos reutilizables durante la pandemia del coronavirus. Aseguran que el plástico de un solo uso no es más seguro que los reutilizables, y causa problemas adicionales a la salud pública una vez se descarta. Es importante comprender que una crisis no puede incrementar otra.
La campaña lleva el lema “El plástico no desaparece, solo cambia de sitio”. Los plásticos han llegado a todos los rincones del planeta, desde las profundidades de los océanos donde todavía no ha pisado el hombre hasta los hielos del Ártico. Se han encontrado microplásticos en el agua potable, el agua embotellada, en alimentos y hasta en el aire que respiramos. Estamos comiendo, bebiendo y respirando microplásticos.
No se puede seguir contaminando ni el planeta ni a nosotros mismos con productos que son evitables. Los desechables se deben de quedar en el pasado, el futuro necesita productos reutilizables.
Para darle fin a la campaña, del 23 al 26 de julio, se convocará un nuevo boicot al plástico en el marco del festival digital ZeroP en el que habrá talleres, charlas y cine fórums para hacer hincapié en la necesidad del consumo responsable.
Plastic Free July es un movimiento global que nació en Perth, Australia, en el año 2011. Ese año solo 40 personas se apuntaron a la iniciativa. En el 2019 participaron más de 250 millones de personas de 177 países diferentes. Son muchas personas en este planeta comprometidas en la reducción de los desechables, pero se necesitan muchas más.
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