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Pascale y León ''Sé que son felices''

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Pascale y León obtuvieron la mayor votación en el concurso que nuestra revista hizo en noviembre. Más de 4 mil personas votaron en nuestras Redes Sociales para que contarán su conmovedora historia, una amistad que lleva más de 6 años y que la madre de Pascale, Lorena, agradece cada día. Acá te la contamos...

Pascale Delaiugue, 13 años, nació prematura, de urgencia, de 34 semanas. Un problema cardiaco llevó a los doctores a tomar de decisión de adelantar el parto. ‘’Nosotros supimos que tenía Síndrome de Down cuando nació. Para la familia no es tema, y quisimos que la Pascale fuera lo más autosuficiente e independiente posible. Siempre la hemos tratado con las mismas normas y enseñanzas de su hermana mayor’’, menciona Lorena Gaete, su mamá. A los cinco años presentó problemas renales y le detectaron cáncer de riñón, un sarcoma de células blandas. ‘’Le hicimos dos sesiones de quimio y luego, optamos por un tratamiento alternativo. Renunciamos a la quimioterapia porque con sólo dos sesiones perdió el pelo, pesaba muy poco, dormía todo el día y no teníamos cómo motivarla. Nos dieron tres años de vida, ahí dije, si Dios realmente se la va a llevar, en tres años, prefiero que se vaya con el recuerdo de haberlo pasado bien, de haber jugado y disfrutado’’, recuerda Lorena.

La llegada de León

Durante el proceso de las quimioterapias Pascale no tenía ganas de hacer nada, permanecía sin ánimo. ‘’Pasaba todo el día tirada en el sillón, no quería esa vida para ella. Mi hija mayor preguntó si alguien tenía un perrito chico para su hermana. Un día veníamos llegando de un control, después de la segunda quimio; y el León estaba en la casa, era chiquitito, tenía dos meses’’. Cuando Pascale lo vio ‘’estaba feliz, no se asustó, sonreía y sus ojos le brillaban. En esos días se le había caído el pelo y ella se tocaba la cabeza y decía ‘mi pelo, mi pelo’ y Leoncito llegó a alegrarla, fue un partner. Le lamía los deditos cuando estaba en cama, la obligaba a moverse, a pararse de la cama, le tiraba los pantalones. Algunas personas dirán que es exagerado, pero creo que dos seres pequeños, porque la Pasqui era chiquitita, se entendieron en su propio idioma y en su propio trauma, porque León venía con un trauma’’.

¿León fue parte fundamental de su recuperación?

La llegada de León le trajo alegría a Pascale, por lo que decidimos no hacerle más sesiones de quimioterapia. Decidimos que viviera la vida, comenzamos a salir mucho, irnos de vacaciones, a celebrar todos los cumpleaños, y siempre el Leoncito está con nosotros. Trajimos medicamentos de Cuba y trajimos una dieta canadiense. Era todo natural, el día a día de la Pascale era como que no tuviera cáncer, era mucho juego con el León, salir con él. Le dio un sentido a la vida de la Pascale. Ella tenía que estar bien para salir a jugar porque si no el Leoncito se ponía triste, era recíproco.

Un perrito con miedo

Tras la llegada de León se dieron cuenta que al cachorro no le gustaba que le tocaran la parte posterior de su cuerpo, de inmediato comenzaba a gruñir e intentaba morderlos. Lo llevaron al médico veterinario y el profesional les dijo que lo más probable era que a León le habían cortado la cola con una tijera y sin anestesia, lo que le provocó mucho dolor y también miedo. ‘’Ni siquiera se le notaba una sutura, y eso lo traumó. Era alegre, jugaba, pero cuando uno le intentaba tocar esa parte o llegaba el momento de limpiarlo, de cepillarlo, amenazaba con morder. En la noche dormía en la pieza con la Pascale, le daba susto dormir en otro lado. Con ella León no tiene miedo, no tiene traumas, es la única que le puede tocar su parte posterior y cola, le hace cariño y él no le hace nada. Siento que él ha superado su trauma, pero con ella. Ni los veterinarios, ni nosotros podemos tocarlo, hay que sedarlo para poder hacerle los procedimientos’’.

¿Cómo se relacionan ellos?

Al León le gusta jugar, vivir la vida loca con la Pascale, se hacen compañía y la sigue a todos lados. A ella le encanta columpiarse y él la vigila, no se mueve del lado del columpio, ella le conversa y él la mira. Siento que León aceptó una misión, que es cuidar y guiar a la Pascale, si siente que ella está en peligro, ladra, gruñe, cuando ve que alguien sospechoso se le acerca, se pone frente a ella. Incluso cuando la Pascal me desobedece y le hablo con voz de mando, y le digo ‘’voy a contar hasta tres y te entras’’, si ella no me hace caso y voy a buscarla, el León me empieza a tirar el pantalón y gruñe, porque siente que la estoy incomodando. Interpreto que él asumió la misión de cuidar y acompañar a la Pascale.

¿Sientes que tienen una conexión especial?

Creo que él la entiende, siente cuando ella está triste, feliz, cuando quiere jugar y cuando no quiere nada. Los niños con Síndrome de Down tienen su carácter, esa frase que dice que son angelitos, la verdad es que no lo son o dejaron las alas en otra parte (ríe), se taiman, tienen carácter fuerte, son cariñosos, pero también tienen sus días. Siento que el León entiendo eso, y cuando ella tiene esos días sólo se queda a su lado. Hace poco le operaron los ojos y él se acostó todo el día en sus pies, como si supiera que ella necesitaba descansar.

¿León participa en sus terapias?

Sí, en juegos, el kinesiólogo trabaja con ella, como hace running, realizan ejercicios musculares en el patio y para trabajar motricidad fina o gruesa la Pasqui le tira la pelota y el León la trae, ella tiene que recibírsela y volverla a tirar. Cuando salimos a pasear hago que le coloque el arnés y la correa porque trabaja motricidad fina. Además, le baja las revoluciones, porque es hiperactiva. Hay momentos en que la Pascale puede estar sentada siempre y cuando el León esté a su lado, permanece más tiempo sentada que si estuviera sola, estando él se concentra más. “Aunque parezca una carga pesada para Léon, él acompañó a mi hija, hay una importancia en la salvación de mi hija. Como madre uno agradece que si fue el método para que mi hija se parara del sillón y jugara, para que estuviera más viva, pensara en otra cosa y ese remedio entre comillas, por decirlo así, fue el León, para mí es lo máximo. Le cuido su hipertiroidismo, está en tratamiento con una alimentación con más proteínas, vitaminas y nutrientes para que no siga adelgazando. Va a las vacaciones, a la plaza, siento que si él faltara la Pasqui se empezaría a apagar”, concuye Lorena. León y Pascal ganaron 6 meses de alimento Purina, pensando para razas pequeñas, y accesorios de la tienda Mestizos Bazar. Esperamos que Leoncito esté disfrutando de su premio.

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